Promesas inclumplidas

Electrificación del Roca: Vidal se sumó al circo K

Tras el papelón de la “Quiniela Instantánea”, un polémico juego que tuvo que ser anulado poco días después de haberse habilitado, ahora el gobierno bonaerense sumó un nuevo escándalo al seguir el modelo kirchnerista e inaugurar un paso nivel ya habilitado

La electrificación del tren Roca es uno de los cuentos más emblemáticos del anterior Gobierno, con promesas incumplidas que duraron años. Empezó Néstor Kirchner ni bien asumió, y durante su gestión se iniciaron las obras. Luego Cristina Fernández se cansó de anunciar inauguraciones, pero nunca se terminaron. Por esa razón le llovieron críticas, y ahora, en forma sorpresiva, la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, se sumó al mismo circo.

Parece que la mandataria de la provincia de Buenos Aires tropezó dos veces con la misma piedra: la de no tener información fehaciente. Así como se puso en marcha programa de Quiniela Instantánea y luego tuvo que dar marcha atrás, al aducir que desde Lotería no le habían advertido de los riesgos de ese sistema de juego, ahora protagonizó un nuevo papelón al habilitar un paso nivel en City Bell, que ya había sido inaugurado por la expresidenta Cristina Kirchner en diciembre pasado.

Mientras tanto los usuarios de la Línea Roca siguen esperando. Ayer, el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, prometió que el ramal eléctrico del Ferrocarril que une La Plata con Constitución, estará funcionando a fin de año. Una vergüenza, si se tiene en cuenta que el funcionamiento del tren hace tiempo que debería ser un hecho concreto.

Y Vidal dijo que las obras de electrificación del Roca "se habían comenzado y estaban estancadas o mal planificadas. Ahora las retomamos, se terminarán y se van a empezar otras nuevas". Pero no explicó los motivos del parate, ya que el emprendimiento cuenta con financiamiento del BID por lo que no habría razones para el freno de las obras desde que asumió el gobierno macrista.

Falsas promesas

Como se recordará, la obra fue anunciada por primera vez por Néstor Kirchner en 2003 y debía terminarse en 2007. Sin embargo, los negociados con los trenes fueron una postal de la falsa revolución encarada por el kirchnerismo que lo único que hizo fue cerrar contratos millonarios con empresas amigas del poder.

La fallida revolución ferroviaria K no es más que una puesta en escena, que también se llevó puesto al gobierno de Cambiemos. Hace unas semanas, Mauricio Macri inauguró junto al saqueador y exministro del Interior del kirchnerismo, Florencio Randazzo, el nuevo ramal eléctrico del Ferrocarril Roca que une Constitución con Quilmes. Cinco días después, debido a las lluvias, el servicio se descompuso y tuvo que suspenderse.

Miles de usuarios perjudicados

Los trabajos de electrificación de los 52 kilómetros del ramal Constitución-La Plata avanzan a un ritmo muy lento, y los miles de pasajeros que usufructuaban ese servicio lo sufren.

Lo único que queda claro es que el gobierno de Cambiemos le gustan los discursos. Ayer en City Bell, María Eugenia Vidal dijo: "Estamos demostrando que se puede, con un trabajo en equipo entre Nación, Provincia y Municipio".

"La prioridad este año es avanzar los pasos a bajo nivel que están en obras y muchos de ellos lamentablemente estaban detenidos por falta de recursos y uno por uno lo estamos activando", agregó el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich.

No obstante, parece que a Vidal olvidaron decirle que el 5 de diciembre pasado, tan solo hace tres meses, la ex presidenta de la nación Cristina Fernández de Kirchner, inauguró vía teleconferencia la obra del paso bajo nivel de City Bell, ubicado en 471 y Centenario. Actualmente, el tramo Quilmes La Plata se cubre con una sistema de micros alquilados, que podría ser reemplazado - al menos así lo proponen los directivos y técnicos de la línea- por la rehabilitación de las formaciones diésel, hasta tanto se complete integralmente la obra de electrificación "de punta a punta" entre las dos centrales ferroviarias.

Los dislates de Florencio Randazzo

Entre muchos otros dislates, el exministro del interior Florencio Randazzo fue el artífice de la concreción de acuerdos secretos con China, que incluyó la entrega total a los intereses del gigante asiático, con la compra de vagones, repuestos y hasta inclusive con la obligación por parte de la Argentina de que ante cada falla del sistema, se debe contratar solo a técnicos chinos para su resolución, dejando de lado a los altos profesionales nacionales.

 Otro caso patente de la inacción randazzista se dio con la siempre anunciada y nunca efectuada reactivación de los Talleres ferroviarios, así como también la fallida obra del soterramiento del Ferrocarril Sarmiento.

Incluso para la obra de electrificación del Roca, se le dio cuantiosos contratos a la cuestionada empresa alemana Siemens (sociedad que reconoció haber pagado sobornos a funcionarios del gobierno menemista en los ´90 para quedarse con el negocio de la confección de los DNI), que ya había incumplido convenios con el kirchnerismo para las labores de señalización del Mitre y el Sarmiento. 

Las nuevas formaciones anunciadas por Randazzo en su paso por el poder, resultaron un fiasco, como sucedió con la formación a Mar del Plata, un servicio que debió dejar de darse por los constantes descarrilamientos que sufría su formación. Lo mismo sucedió con los servicios de El Gran Capitán o el Tren de los Pueblos Libres, que unía Argentina con Uruguay.