Especialistas del FMI apuntaron contra las medidas económicas de Macri

Un informe de economistas consideró que los inversores estaban "ansiosos por otorgar préstamos a la Argentina", cuando en realidad los indicadores económicos no eran auspiciosos.

Un informe de economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI) consideró que durante el gobierno de Mauricio Macri hubo un “optimismo indebido” por parte de los inversores “ansiosos por otorgar préstamos a Argentina”, cuando en realidad sus indicadores económicos no eran auspiciosos, lo que llevó al país a “resultados económicos adversos”.

El análisis de los especialistas Ramzy Al-Aminey y Tim Willems, sobre la valoración equivocada de la deuda soberana y los resultados económicos, destacó que “con tan altas esperanzas, los inversores estaban ansiosos por otorgar préstamos a Argentina, lo que permitía al país evitar el ajuste fiscal y, en cambio, satisfacer sus necesidades de financiamiento mediante la emisión de US$ 56.000 millones de deuda externa entre enero de 2016 y junio de 2018, alrededor del 9% del Producto Bruto Interno (PBI) de 2017”.

Sin embargo, subrayó que “se hizo cada vez más difícil racionalizar estas condiciones benignas de endeudamiento basadas en los fundamentos económicos existentes, en contraposición a las expectativas sobre los futuros”.

“Las reformas de Macri no trajeron las mejoras inmediatas que los inversores y los argentinos esperaban, lo que finalmente hizo que Argentina perdiera el acceso a los mercados de capital internacionales, y la llevó al préstamo más grande en la historia del FMI en julio de 2018 (de US$ 57.000 millones), seguido de un proceso de reestructuración que involucró US$ 65.000 millones en deuda externa”, precisó el informe.

Al respecto, el informe sostuvo que “el optimismo indebido en torno a un país tiende a ir seguido de resultados económicos adversos, como menor crecimiento económico y mayor crisis”.

“Esta es una fuerte evidencia de que el sentimiento afecta el ciclo económico, con olas de optimismo indebido que a menudo provocan daños económicos más adelante”, afirmó el análisis, y consideró que “los episodios durante los cuales un país se encuentra en condiciones de endeudarse a tasas que son bajas, dados sus fundamentos económicos, en realidad pueden convertirse en un regalo muy parecido al mitológico Caballo de Troya”.

El FMI concedió en el segundo semestre de 2018 al gobierno de Macri un préstamo por US$ 57.000 millones, de los cuales desembolsó US$ 44.000 millones, debido a que el presidente Alberto Fernández, una vez electo y antes de asumir, rechazó a fines del año pasado los tramos que restaban otorgarse.

Esa deuda, US$ 44.000 millones, es la que ahora Argentina comenzará a negociar con el organismo para reestructurarla a través de un nuevo programa.

"No estamos en condiciones de aceptar ninguna condicionalidad del FMI. Le vamos a pedir que confíe en nosotros porque no podemos ajustar y porque sabemos que vamos a cumplir nuestras obligaciones", anticipó Fernández la semana pasada.

En la misma línea, el ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo que el Gobierno no hará "nada que vaya en contra" de lo que considera "necesario para que haya un sendero de desarrollo inclusivo, virtuoso y estable para la Argentina”.