¿Espionaje en el despacho de Vidal?

Dos policías de la custodia privada de la gobernadora María Eugenia Vidal fueron sumariados ayer, acusados de ingresar de manera ilegal al despacho de la mandataria en Casa de Gobierno. Fuentes judiciales le contaron a Hoy que la decisión fue tomada por Asuntos Internos tras una denuncia penal, y que el hecho tuvo lugar el pasado 31 de mayo, aunque recién se dio a conocer ayer. Las acusaciones son cruzadas, ya que tanto los involucrados como el personal de limpieza se señalan mutuamente.  

“Los agentes sumariados son de confianza y trabajan en el cargo desde hace años”,  aseguró un alto jefe de la fuerza, quien añadió: “No sé qué va a pasar con ellos”.  Por lo pronto, fueron separados, acusados de revisar los cajones de la secretaria de Vidal.

Se detalló además que “el personal de limpieza pertenece a una empresa privada y los custodios se fueron y regresaron dejando todo en orden”. Algo similar relató la jefa policial a cargo de la custodia, para quien los acusados “no revisaron cajón alguno”. La duda surge porque lo mismo dice la empresa, por lo que será la Justicia la que determine los pasos a seguir, aunque hasta el momento no cree en la versión de los miembros de la fuerza. 

En otra medida fuerte por parte del Gobierno, se decidió el apartamiento del jefe de custodias de Gobernación, comisario inspector Cristian Bojanovich. Su reemplazante sería un amigo y camarada del titular de la Bonaerense, Pablo Bressi, el miembro de la fuerza Virgilio Espinoza.

Caso omiso

Según contaron fuentes oficiales a Hoy, ya se había advertido sobre las deficiencias de seguridad existentes en Casa de Gobierno a través de un informe entregado en octubre pasado en mano a la propia gobernadora y al ministro de Gobierno Federico Salvai.

En el informe se advierte sobre el funcionamiento defectuoso del detector de metales y del sistema de identificación de personas. Además, muchas de las cámaras de monitoreo no funcionaban, y la barrera de seguridad en el despacho de la mandataria no tenía reglas de contención, haciendo que entrar al lugar de trabajo de Vidal fuera algo muy sencillo.

El informe, sin embargo, no fue tenido en cuenta ni por la gobernadora ni por el ministro Salvai, ya que no consideraron necesario cambiar el sistema de seguridad interno. Así se llegó a este episodio confuso que suma más dudas que certezas sobre la posibilidad de que Vidal haya sufrido un intento de espionaje.