Joe Lewis y su falsa promesa para lago Escondido

El magnate británico incumple con una licitación ganada el año pasado para generar energía eléctrica en la localidad rionegrina de El Bolsón. Violaciones a las normas legales y obras frenadas, entre las anomalías detectadas. La debilidad de papeles del amigo del Presidente Macri

Una de las primeras acciones que efectuó Mauricio Macri ni bien accedió al poder fue incrementar la extranjerización de la tierra por medio del Decreto 820/16, con el cual acabó con el tope que regía  hasta entonces, por el cual los extranjeros podían comprar solo hasta 1.000 hectáreas en la zona núcleo y más productiva del país. A partir de allí, dejó de imponerse cualquier clase de restricción en la materia.

El empresario británico Joe Lewis, dueño de cuantiosas propiedades en suelo argentino, fue uno de los principales beneficiados por la medida oficial, quedándose con gran parte de los terrenos productivos, agravando el proceso de entrega de los recursos naturales iniciado en el menemismo, y acabando de a poco con la soberanía nacional.

Según se pudo saber en las últimas horas, Lewis no habría cumplido con su promesa de dotar de energía a la localidad de El Bolsón a través de una represa eléctrica que iba a construir en la propiedad que posee al interior de lago Escondido. A pesar de que el contrato que firmó con el gobierno rionegrino decía que la pequeña central hidroeléctrica debía estar concluida el pasado 15 de abril, la misma brilla por su ausencia y el parate que sufre la obra es enorme.

La construcción de la represa, que insumiría alrededor de 450 millones de pesos, la ganó el magnate inglés en 2016 y lo autorizaba a vender energía eléctrica por 20 años, en lo que se enmarcaba dentro del programa oficial de energías renovables RenovAr, que fue lanzado con bombos y platillos por el jefe de Estado.

Irregularidades varias

Lewis, dueño de una fortuna personal que asciende a más de 5.500 millones de dólares, no ha llevado adelante las obras en tiempo y forma, y según las autoridades de la provincia sureña que conduce Alberto Weretilneck, su empresa no contaría con todos los papeles en regla para ejecutar la edificación de la central eléctrica, lo que habría llevado a que recibiera cierta clase de “favores” del Ministerio de Energía y Minería que comanda Juan José Aranguren (ver aparte) para seguir con sus cometidos.

En enero pasado, el británico se había comprometido a inyectar energía al Sistema Interconectado Nacional (SIN) en un plazo de 80 días corridos, cosa que fue incapaz de hacer. A eso se le suman las crecientes 

irregularidades existentes en los trámites administrativos, ya que al no conseguir los permisos necesarios para su instalación, se habrían efectuado algunas maniobras por fuera de la ley para seguir con su construcción.

Al no haber cumplido con los plazos previstos, el gobierno rionegrino le viene cursando una multa diaria de 1.300 dólares, y de acuerdo a los trascendidos que ha dejado correr la administración provincial, en las próximas horas podrían solicitarle a la Compañía Administradora del Mercado Eléctrico (Cammesa) que se ejecute en forma inmediata la garantía de 1.750.000 dólares que puso Lewis por contrato.

Los números de un millonario polémico

*12.000 las hectáreas del empresario en lago Escondido

*5.500 millones de dólares, su fortuna personal

*3.600 m² posee la mansión de Lewis en El Bolsón

* 1.300 dólares por día recibe de multa por no construir la represa

*450 millones de pesos saldría la central hidroeléctrica

Antiguas relaciones con el poder

Joseph “Joe” Lewis es un empresario británico de 80 años que desde hace varias décadas está ligado con el poder político y económico de la Argentina. Su relación más central se da con el Presidente Mauricio Macri, a quien aloja en su residencia de lago Escondido cuando este acude a vacacionar al sur nacional.

Con el jefe de Estado comparte su pasión por el fútbol y poseen una estrecha relación desde mediados de los años 90, cuando Macri comandaba los destinos de Boca Juniors. Pero no solo el mandatario está entre sus contactos, sino que el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, también figura entre sus amistades, con quien suele reunirse y hablar sobre los negocios que posee en suelo argentino.

Amo y señor sin controles oficiales

Conocido como “el dueño de lago Escondido”, Joe Lewis ha estado en el centro de la polémica desde que a mediados de los 90 adquirió 12.000 hectáreas en los alrededores de una de las maravillas naturales más importantes de nuestro país. 

A partir de ese hecho, que motivó una virtual privatización del lugar y la imposibilidad de acceder al lago para los ciudadanos, el empresario británico ha cosechado una serie de relaciones con el poder para seguir efectuando fastuosos negocios en la Argentina.

Una de las voces más críticas al accionar de Lewis proviene del propio oficialismo, como es el caso de la senadora nacional Magdalena Odarda (CC-ARI), quien desde hace años viene reclamando por la liberación del camino al lago y que se le permita la entrada y acceso al lugar a todos los argentinos.

En una entrevista con diario Hoy del pasado mes de enero, Odarda criticó la posición de Mauricio Macri, al sostener que “un presidente que llegó al poder enarbolando la bandera de la República y que por una cuestión de amistad defiende a quien no quiere respetar la Justicia, y le permite tener un aeropuerto del tamaño de Bariloche del otro lado de Río Negro en la zona costera sin radares, sin control alguno por parte del Estado, hace que realmente uno sienta que tiene privilegios que debieran prohibirse”.