La devaluación, un golpe directo a los bolsillos

Economistas advirtieron que la depreciación de la moneda nacional fogueará aún más los índices inflacionarios. Para peor, el poder adquisitivo de la población podría ingresar en una curva descendente en las próximas semanas

Con la eclosión devaluatoria, prácticamente ningún analista, de izquierda o derecha, se animó a avizorar un futuro próspero, o al menos estable,  para los ciudadanos argentinos. Una exacerbación de la  inflación y la baja del poder adquisitivo son dos de las consecuencias directas del laberinto cambiario en el que ingreso la economía local. 

En lo que hace al incremento  de los precios, la crisis desatada  genera una mayor depreciación del peso argentino respecto a los valores que se manejan en el comercio internacional, lo que directamente afecta a aquellos sectores de la industria nacional que se encuentran atados a  las importaciones para poder desarrollar su fuerza productiva.  A partir de tal efecto, la cotización de dichos insumos le saldrá más caros a los empresarios, costos que, como muestra la historia de las devaluaciones,  terminarán siendo trasladados a los bienes de consumo, iniciándose así el efecto dominó que repercutirá en el resto de los productos de la cadena de comercialización interna. Asimismo, en un país como la Argentina, donde la industrialización no es más que un espejismo del discurso oficial,  este tipo de medidas tienen efectos devastadores para el bolsillo de los asalariados.

En ese marco, economistas de diversas tendencias se refirieron a los efectos que generará la devaluación sobre el mercado doméstico. El director de la Fundación Libertad y Progreso, Aldo Abram, sostuvo que “el alza del dólar se va a transferir en no más de tres meses a los precios de los bienes en general”, y advirtió que el salario "va a perder poder adquisitivo". "Una proporción de este aumento del dólar se va a transferir a alimentos, es inevitable", aseguró  Abram, quien además sostuvo que "lo que pasó es que el Banco Central admitió que no puede seguir perdiendo reservas, dejó de intervenir en el mercado, se corrió, y el dólar empieza a buscar su valor de equilibrio".

Por último, dejó entrever que la medida repercutirá en las fuentes laborales y  alertó que "las empresas ya no están tomando empleados". 

Fausto Spotorno, Jefe del Centro de Estudios Orlando Ferreres 

En la misma línea que el resto de los economistas, Spotorno  aseguró que la fuerte devaluación del peso que opera en las últimas jornadas "se irá a inflación en no mucho tiempo".

 "El Banco Central perdía muchas reservas y al nivel que venía iban a caer a la mitad en seis meses, lo cual era muy peligroso", concluyó el especialista en la materia. 

Alfonso Prat Gay, Expresidente del Banco Central 

El economista y referente de Unen, Alfonso Prat Gay, salió al cruce de las declaraciones del Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y responsabilizó al gobierno por la devaluación abrupta de los últimos dos días.  

“La devaluación es absolutamente inducida por el Banco Central, es la mayor en 8 años. Hay que salir de este laberinto en el que nos metió Cristina y su equipo”, concluyó  Prat Gay.

Diego Giacomini, Jefe de Economía y Regiones 

El analista económico planteó que si no hay un golpe de timón en la política fiscal difícilmente pueda solucionarse la crisis cambiaria que azota al país. 

“Si no hay un cambio de política fiscal, acumulación de superávit fiscal, y se deja de emitir, cada vez va a haber menos reservas, más expectativas de devaluación, más inflación, lo que incluye el tema de demanda salarial, cada vez va haber más dólar paralelo, cada vez menos actividad, y menos empleo", auguró Giacomini.

Por otra parte indicó que "el problema no se resuelve devaluando el tipo de cambio oficial; eso lo único que hace es poner un escalón más a la brecha cambiaria, y al dólar paralelo".   

Jorge Altamira, Economista de izquierda

El referente del Frente de Izquierda, Jorge Altamira, aseguró que con la devaluación llegó el “Rodrigazo”. “La megadevaluación tiene lugar un día después de que el Club de París le bajara el pulgar a Axel Kicillof, cuando el 'soviético' intentaba obtener del Club un salvoconducto para emitir deuda internacional sin pasar por el Rodrigazo", sostuvo el líder del Partido Obrero. 

Por último sostuvo que "la deuda pública, inflada hasta el extremo como consecuencia del pago de la deuda externa con fondos de la Anses y el Banco Central, debe ser debatida por el conjunto de los trabajadores".

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