La Legislatura tratará el endeudamiento para combatir la pandemia

Será en la sesión de mañana, donde la bancada oficialista pretende darle entrada y salida al pedido de endeudamiento por 500 millones de dólares y 28.000 millones de pesos solicitado por Kicillof.

En una movida táctica por parte del oficialismo llamando a nueva sesión simultánea en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires, buscarán darle gusto al gobernador Axel Kicillof, quien pretende que allí se apruebe un fuerte endeudamiento en dólares y pesos, que le permita a la Provincia hacerle frente a la Covid-19.

Para lograrlo, Federico Otermín, presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, llamó a sesionar mañana a las 14 buscando que el paso veloz por la Cámara baja genere la presión necesaria para que en el otro recinto se sancione lo que en el suyo se aprobará de manera exprés.

La estrategia es que sobre avenida 53 el movimiento será seis horas antes, y que cuando el proyecto llegue al recinto de las bancas rojas junto a un temario que aún no está definido, se logre aprobar el pedido de endeudamiento por 500 millones de dólares y 28.000 millones de pesos, que tiene como objetivo fortalecer la capacidad de respuesta del Estado bonaerense frente a la pandemia.

El lugar por donde entra el pedido no es un dato menor, ya que en el recinto de las bancas azules el oficialismo domina el juego con su mayoría en las bancas. Sin embargo, del otro lado de la avenida 7 la cosa es diferente, y los números se vuelven en su contra.

Es allí en donde la simultaneidad de las sesiones juega del lado del mandatario, que busca apurar la sanción de un proyecto al que la oposición le adjudica mucha importancia, y que preferiría estudiar a fondo, rompiendo así ese 26 a 20. En resumen, la prisa en el recorrido es la principal jugada sobre la que el oficialismo basa su estrategia legislativa para la sanción de este proyecto.

Pero no sería justo creer que el apuro oficialista sacudirá el tablero opositor, ya que eso sería darle muy poco crédito a quienes no comparten la línea política gobernante y por ese motivo, el oficialismo deberá ceder en algunos aspectos y negociar en temas sensibles para la oposición como el destino de los fondos para los 135 intendentes, la devolución del auxilio económico que la Provincia giró a los municipios, y la discusión por el reparto de cargos.

Cabe destacar que la crisis sanitaria a la que está siendo sometido el AMBA, puede aflojar las tensiones lógicas entre oficialismo y oposición, y en busca de otorgarle al mandatario las herramientas que pide para afrontarla, los acuerdos entre ambas bancadas podrían llegar sin tanta discusión final.

A principios de la gestión, la Legislatura autorizó deudas por 70 millones de pesos en diciembre, pero sin aprobar presupuesto alguno para el año 2020, y en el Senado la oposición dio el visto bueno para la selección del actual presidente del Banco de la provincia de Buenos Aires, sin tratar el resto de los pliegos.

Sin presupuesto para 2020 y con la posibilidad por única vez de prorrogar el de 2019 hasta ampliar partidas de hasta un 20%, el gobernador se dio a la idea de encarar todo un año, para lo cual el endeudamiento le daría las herramientas que le faltan en ese sentido.

De esta forma, el presupuesto 2021 será una discusión pospandemia, en un marco y con una realidad que tendrá como juez a la forma en la que la Provincia quede parada después del golpe en la pera que la Covid-19 le dio en materia sanitaria, productiva, económica y social.

La sesión de mañana podría parecer una más, pero es la que le dará o no a Kicillof los fondos necesarios para cumplir con sus objetivos de aquí a fin de año. El presupuesto 2019 con un incremento del 20% y un endeudamiento en dólares y pesos podrían significar la tranquilidad de un mandatario provincial, al que le ha tocado enfrentar lo que a ningún otro hasta ahora.

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