La querella pidió nuevas medidas de prueba por el atentado contra Cristina

Los abogados apuntan a una panelista de televisión y a la vecina de la vicepresidenta.

La querella de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner exigió a la Justicia la realización de nuevas pruebas, en el marco de la investigación por el intento de magnicidio de la exmandataria.

La correspondiente presentación de los abogados es contra la panelista de Crónica TV, Delfina Wagner, quien al presente vive en la vivienda de Ximena Tezanos Pintos, vecina de Cristina Fernández de Kirchner y, según lo demandado, podría constituirse como el nexo entre Brenda Uliarte y Fernando Sabag Montiel, la organización Revolución Federal y el diputado del PRO Gerardo Milman.

La defensa de Fernández busca demostrar que Wagner habría estado presente en la marcha que Revolución Federal organizó el 9 de julio de 2022 y que tenía contactos directos con Jonathan Morel, uno de los líderes de esa organización.

“Delfina Wagner es una activista de ultraderecha con contactos directos con personas vinculadas con esta causa y con personas

de la agrupación Revolución Fe­deral”, apunta el escrito de los representantes legales de Cristina Kirchner.

Los abogados de la vicepresidenta indicaron que Wagner tenía relación con la agrupación Nueva Centro Derecha, cuyos integrantes se contactaron con Uliarte antes y después del atentado contra la exmandataria.

Con respecto a Tezanos Pinto, quien vive en el departamento de arriba del de Cristina Fernández de Kirchner, plantean en la presentación que “es de público conocimiento que manifestó, por años, su aversión” hacia la vicepresidenta.

Entre las nuevas medidas de prueba solicitadas contempla al medio televisivo Crónica TV, que deberá informar sobre la contratación de Wagner. A su vez, realizaron el pedido de secuestro del celular de la panelista y se solicitó que se libre oficio a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) para que informe la situación impositiva de Tezanos Pinto.

Para finalizar, los abogados afirmaron que “los contactos entre los imputados, los sospechados en esta causa y actores de grupos de ultraderecha son prolíficos y reiterativos. Esto hace imperante estudiar con profundidad estos vínculos”.

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