La reforma jubilatoria del Bapro sacudirá la Cámara de Diputados en la próxima sesión

Con los números por demás parejos, el futuro del proyecto dependerá de cómo se desarrollen las negociaciones durante los días venideros.

La reforma jubilatoria del Banco Provincia (Bapro) viene fogoneando la próxima sesión de la Cámara de Diputados. El proyecto enviado por el Ejecutivo para deshacer la Ley aprobada por la Legislatura en 2017, cuando quien comandaba los destinos de la Provincia era la “orgullosamente bonaerense” María Eugenia Vidal (quien hoy representa a los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires en el Congreso de la Nación), podría ser tratado en la sesión del jueves próximo o, a más tardar, en la del 7 de julio.

El texto enviado por el gobernador Axel Kicillof ya pasó el filtro de las comisiones, por lo que su tratamiento en el recinto de las sillas azules es cuestión de tiempo.

En primer lugar fueron las comisiones de Previsión Social, Legislación General y de Asuntos Constitucionales y Justicia las que dieron el visto bueno al proyecto. Luego fue el turno de la Comisión de Presupuesto e Impuestos de la Cámara de Diputados bonaerense, que se pronunció con despacho de mayoría y minoría respecto del proyecto de reforma a la Ley orgánica de la caja previsional de los trabajadores del Banco Provincia, con lo que el expediente está listo para ser tratado por el plenario en la próxima sesión en trámite ordinario, es decir que figurará en el orden del día.

No obstante, hasta el momento, el trámite de la iniciativa tiene allanada apenas la mitad de su recorrido por la Cámara de Diputados, ya que su ingreso en el recinto de avenida 53 aún no tiene garantía de aprobación, ya que los números para lograrla están por demás ajustados.

Matemáticas legislativas

La idea del oficialismo es deshacer la reforma concretada por Vidal, por lo que la oposición de Juntos al momento de la votación es algo que no admite dudas.

Este bloque tendría así 41 votos para dar batalla, a los que habría que sumar los tres de los libertarios, dejando en principio con 44 votos a quienes quieren mantener el statu quo impuesto por la exgobernadora.

Del lado del oficialismo, la cuenta iguala las voluntades garantizadas por la oposición, ya que a las 42 bancas que posee debe agregar dos más de sus aliados.

En este marco, la suma de esas voluntades da 88 bancas, por lo que son las cuatro que quedan las que, quizás, definan el paso del proyecto por Diputados. La paridad podría ser rota (o no) por los possistas Walter Carusso y Martín Domínguez Yelpo, y por los dos votos con los que cuenta la Izquierda, representada por Guillermo Kane y Graciela Calderón.

Haciendo futurología, y teniendo en cuenta que los primeros están más cerca de la oposición, mientras que los últimos podrían votar por derechos para trabajadores pasivos, el empate técnico se mantendría y, en ese hipotético caso, quien definiría el paso del proyecto a la Cámara Alta sería el presidente de la Cámara Baja, que desempataría una posible igualdad en 46.

Los cambios que se pretenden movilizar

El oficialismo busca devolver la movilidad jubilatoria a los trabajadores del Banco Provincia, modificada durante el gobierno de Vidal con la Ley 15.008, en donde se bajó del 82% móvil al 70% en base a las últimas 120 remuneraciones mensuales.

La reforma propuesta contempla además un incremento en los aportes de los activos del 14% a 16%, de los jubilados del 10,82% a 12% y de la patronal que pasará a contribuir del 21% a 29%.

También se incluye una jubilación para los hombres que no reúnen los 35 años de servicios cuando cumplen 70 años, mientras que para quienes sí los tengan será a los 65. Además baja la edad jubilatoria de las mujeres a los 60 años.

Las consecuencias de la medida vidalista

El diputado Juan Pablo de Jesús aseguró que la medida sancionada por Cambiemos en 2017 “viene ocasionando mucha litigiosidad, ya que hay 4.000 juicios presentados y 500 beneficiarios que están cobrando su jubilación a través de amparos”.

Hace un lustro, quien era en ese momento gobernadora buscó corregir el déficit de la caja, que por ese entonces arrojaba números en rojo por $5.000 millones. pero que para el momento de su derrota en las urnas ascendía a los $13.000 millones.

Actualmente, ese déficit alcanza los $20.000 millones, pero la forma de paliarlo se busca a través de los aportes, modificando los porcentajes aportados por los activos, los pasivos y el sector patronal.

El proyecto tuvo un recorrido garantizado pero duro para llegar al recinto, las voluntades están por demás parejas y las chances de su paso al Senado dependerán de cómo se negocien en estos días venideros los cuatro votos que restan para no utilizar la carta del desempate.

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