La Plata, Berisso y Ensenada
La región, en riesgo por la contaminación de YPF
Las tortugas empetroladas encontradas en Berisso evidencian la polución ocasionada por la petrolera estatal en el Gran La Plata. Organizaciones ambientales advierten sobre la falta de obras por parte de la refinería para prevenir hechos contaminantes. La naturaleza, en peligro
El hallazgo de dos tortugas empetroladas en el canal Este de Berisso en la noche del pasado lunes abrió el debate en la sociedad sobre la contaminación originada por la refinería YPF en la región. A los constantes ruidos, las emanaciones de gases y los humos tóxicos, se les suma ahora un grave caso de polución en el agua, que da cuenta de la magnitud de los sucesos causados por la petrolera estatal.
Organizaciones ambientales contactadas por este medio subrayaron el daño al medio ambiente que provoca desde hace muchos años el polo petroquímico enclavado en la localidad de Ensenada. A eso se le suman las recriminaciones a la petrolera por no ejecutar ningún plan de obras, como le había sido exigido luego de un fallo judicial en contra de YPF. Esta escasez de recursos convierte a los barrios linderos en una zona de riesgo por su alta exposición a la contaminación.
La carencia de un proyecto oficial ha provocado que a lo largo de los últimos años hayan aumentado considerablemente las enfermedades y los trastornos en la salud. El avance silencioso de los desechos tóxicos provoca en los ciudadanos constantes problemas respiratorios y físicos. Como si esto no bastara, también los animales padecen las consecuencias de la imprevisión por parte de las autoridades para dar solución a un tema que pone en peligro a miles de vecinos.
Pasivo ambiental
Una imagen que suele repetirse periódicamente en la refinería es la de nubes de humo saliendo de las chimeneas, vertiendo llamas tóxicas que emanan escapes de materiales dañinos para la salud. Este accionar no hace más que dejar en evidencia la falta de inversiones por parte de la empresa para evitar la contaminación.
En diálogo con diario Hoy, el representante de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas, Enrique Viale, señaló que “YPF tiene una larga historia de contaminación. Muchos casos muestran que no han pensado en las consecuencias de sus actos, y en La Plata puede observarse la falta de decisión por parte de la empresa para frenar esta clase de hechos que afectan la vida cotidiana de la sociedad”.
Para el letrado, “no es extraño que ocurran estas cosas, como lo de las tortugas llenas de petróleo. El pasivo ambiental de la empresa es muy grande, y desde la refinería de Ensenada no están haciendo nada para prevenir esta clase de situaciones. Como consecuencia, los vecinos padecen las graves consecuencias de una polución que, en vez de detenerse, aumenta con el correr de los meses”.
“La política ambiental de este Gobierno no tiene ningún tipo de plan de obras para acabar con estos hechos. Por el contrario, se fomentan las actividades que mayor riesgo ambiental provocan, y no hacen caso a las advertencias de las organizaciones que nos dedicamos a este clase de hechos. Tenemos un ministro, como Sergio Bergman, que ha admitido que no sabe nada de medio ambiente, y así estamos lamentablemente”, recalcó Viale.
Por su parte, desde la ONG Nuevo Ambiente aseguraron a este medio que “hace meses que las obras de YPF en la región no se ven. El caso de las tortugas sucede porque falta un plan de obras que venga desde la cabeza, es decir, desde la dirección de la empresa, para frenar graves casos de daño ambiental como los que vemos a diario”.
Para la organización, “mientras desde la petrolera estatal no se propongan trabajar para frenar la contaminación, la misma va a continuar acorralando a la sociedad. El tema además no es de fácil solución, porque le han arrojado al agua tantos líquidos y soluciones para oxigenarla, que el barro está lleno de hidrocarburos y otros fluidos peligrosos para la vida humana y animal”. Esta ausencia de trabajos concretos por parte de YPF para terminar con el problema de la contaminación, esta falta de un plan de obras concreto que busque solucionar las preocupaciones ambientales, deja a todos los habitantes que rodean a la refinería en un peligro inminente, haciendo de la misma una bomba de tiempo que puede explotar en cualquier momento.
Los ocho pasos para limpiar a un animal empetrolado
1) Vestirse adecuadamente con guantes de goma o látex, bata y botasimpermeables.
2) Hidratar al animal, ya que se encuentra deshidratado por el líquido contaminante.
3) Agregar un 1% de detergente en agua tibia en una tina de tamaño apropiado.
4) Introducir al espécimen en la mezcla de agua tibia y solución detergente.
5) Usar un cepillo de dientes o un paño de algodón para retirar los restos de petróleo.
6) Cambiar constantemente el agua a medida que se vaya ensuciando.
7) Enjuagar al animal para retirar el detergente.
8) Secar con un paño suave. No usar nunca secador de pelo profesional.
Al terminar, acercar al animal a un centro veterinario para su debido control
Sin plan de obras a la vista
La empresa YPF incumple con una resolución de la Corte Suprema de Justicia, que la obliga a ejecutar acciones para evitar la contaminación generada por la refinería en La Plata, Berisso y Ensenada. Tareas paralizadas e inacción oficial, a la orden del día.
En mayo de 2013, la Corte Suprema de Justicia, a través de un fallo inédito, le ordenó a la empresa YPF presentar en forma fehaciente y al corto tiempo un plan de obras para evitar la contaminación que genera en toda la región la refinería ubicada en Ensenada.
A más de cuatro años de la resolución del máximo tribunal, y tras el rechazo efectuado el año pasado por la Sala III de la Cámara de Apelaciones Federal de La Plata a un recurso de queja interpuesto por la firma, dicho plan sigue sin presentarse, causando un grave daño a la vida de las personas que viven en los alrededores del polo petroquímico.
El origen de la contienda ocurrió hace más de 25 años, cuando la empresa fue denunciada por un grupo de vecinos afectados por la contaminación. La Justicia encontró a la petrolera responsable de haber provocado emanaciones gaseosas, registrándose en las mismas niveles más allá de los tolerables de CO2 (dióxido de carbono), CO (monóxido de carbono), NOx (óxidos de nitrógeno), SO2 (dióxido de azufre), monóxido de nitrógeno (NO) y material particulado.
En la resolución, la Corte tuvo en cuenta que los diferentes peritos médicos constataron que la inhalación de las diversas sustancias emanadas por la refinería generaba daños respiratorios severos, algo que se evidenció en la cantidad de personas que presentaban “dolencias y enfermedades, en muchos casos crónicas y severas”.
En consecuencia, el fallo obligaba a YPF a entregar “un plan de obras que tienda a modificar su proceso productivo ”. Dicho proyecto, que debía ser evaluado y supervisado por los especialistas del Centro de Investigaciones del Medio Ambiente (CIMA), dependiente de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata, hasta el momento, brilla por su ausencia.
Ausencia de inversiones
A pesar de las resoluciones del máximo tribunal, la empresa no ha hecho nada para mejorar la situación de los vecinos. Incluso hasta se ha negado a indemnizar económicamente a quienes padecen el accionar de la petrolera, como había pedido la Justicia. Lejos de buscar una solución, YPF sigue interponiendo diferentes recursos en Tribunales para no presentar su plan de obras.
En diálogo con nuestro diario, Alicia Mazzeo, una de las denunciantes originales, quien padece una discapacidad física del 45% causada por la contaminación proveniente de YPF, señaló: “Yo no veo que se realicen obras en la región. Por el contrario, en los diferentes barrios seguimos sintiendo un olor a gas permanente. Desde la empresa no se ha hecho nada y los ciudadanos seguimos tan indefensos como antes”.
Quienes visiten la refinería podrán advertir que las obras que se deben hacer para frenar la polución están paralizadas, ya que a simple vista se advierte cómo el agua sigue tan sucia e impura como antes, y cómo la contaminación sonora continúa perjudicando a todos los vecinos de la región.
Sin inversiones a la vista y con una clara inacción por parte de las autoridades de la petrolera estatal, la seguridad de la población sigue sin garantizarse, causando incertidumbre e imprevisibilidad de cara al futuro.
La respuesta de YPF
Ante la preocupación imperante en la región ocasionada por la falta de reglas claras por parte de YPF, diario Hoy se comunicó con la petrolera estatal para que dé su versión sobre los últimos hechos de público conocimiento.
Sobre las tortugas empetroladas encontradas en Berisso, desde la empresa aseveraron que YPF “no tira residuos de hidrocarburos en la zona, menos todavía en el canal lateral de la avenida 60, donde fueron hallados los animales, sino que, por el contrario, arroja agua tratada según las normas legales”.
En ese sentido, destacaron que “hay controles semanales por parte del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) en los cursos de agua que salen de la refinería, y en los mismos no se detectó ningún lugar donde las tortugas pudieran ser afectadas por las aguas”.
A su vez, destacaron que desde la empresa “llevan adelante desde hace tiempo distintas obras tendientes a mejorar el medio ambiente de la región, para así evitar cualquier clase de daños. Es mentira lo que se dice, no es verdad que no estamos implementado acciones, y eso lo hemos dejado claramente especificado en la Justicia”.
Sin embargo, ante la pregunta de nuestro medio sobre cuáles eran las obras que venían llevando adelante para no afectar la calidad de vida de los vecinos, la empresa no supo qué responder y pidió más tiempo para hacer un repaso de las mismas.
Denuncias de larga data
Tal como lo viene informando este medio, las denuncias de contaminación por parte de asambleas vecinales, frentistas y distintos organismos se replican desde hace años sin ningún tipo de respuesta o plan de acción por parte de la refinería.
Según estadísticas realizadas por profesionales médicos en 2016, en una muestra de 170 menores de 14 años del barrio Campamento de Ensenada y en comparación con chicos de Villa Elvira de La Plata, se encontró un 30% más de niños con problemas en las vías respiratorias.
Además, en los últimos meses hubo varias situaciones que mantuvieron en vilo a los vecinos por los ruidos ensordecedores, las llamas tóxicas y el escape de gases dañinos, viéndose vulnerada la seguridad de casi un millón de personas que viven en la zona de La Plata, Berisso y Ensenada.
Sin ir más lejos, la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) demostró que una explosión en cadena podría afectar de manera severa a más de 30.000 vecinos con un índice de letalidad del 99% en un radio de 368 metros.
En este marco, los miles de frentistas que viven en los alrededores de la petroquímica denuncian, año a año, vivir con miedo ante la posibilidad no solo de contraer alguna enfermedad sino de que ocurra algún hecho grave. A esto se le suma la inexistencia de un protocolo de alerta temprana aplicable en caso de que ocurra algún accidente vinculado a la producción de hidrocarburos.
Gran parte del problema en la refinería se debe a la falta de inversión y de un plan de obras que vaya en consonancia con la labor social que debe cumplir una empresa estatal que piensa en el cuidado de todos los ciudadanos.