Las frustradas negociaciones secretas para que se entreguen los prófugos
El abogado Hugo Izacati, defensor de uno de los prófugos, Víctor Schilacci, le habría transmitido al ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo –a través de un interlocutor que trabaja en la prensa- que los tres prófugos buscaban llegar a un diálogo con los jefes policiales: "Se quieren entregar, pero tiene mucho miedo. La verdad –dijo Izacati a su nexo con Ritondo- que quieren tener algún tipo de seguridad porque dicen que si van de nuevo a la cárcel podrían ser atacados por gente que responda a ya sabés quién". El abogado hacía referencia al principal denunciado por Lanatta: Aníbal Fernández.
Cabe recordar que en la prisión de General Alvear, el abogado de Quilmes, ex funcionario municipal, Antonio Solivaret, se había presentado frente a los prófugos con una supuesta propuesta de liberación vinculada a la política impulsada por Fernández. Hay un video sobre el tema.
- ¿Quiere matarnos?-, le pregunta uno de los Schilacci a ese abogado cuándo éste le dice que llegó allí para hablar en nombre del ex jefe de Gabinete.
Ritondo, con cautela, le comunicó al abogado, de nuevo a través del interlocutor en común, que todo preso tiene derecho a tener una custodia adecuada.
Las autoridades supieron pronto que quienes estaban presionando a los Lanatta y los Schilacci eran los familiares de éste último.
El Gobierno el pedido era, y es, aceptable. Pero, pasadas las siete de la tarde de ayer, todo cambió. El abogado Izacata aseguró a las autoridades que había perdido contacto con los fugados.