Las transferencias de obras, un nuevo foco de conflicto entre Nación y Provincia

La demora en el traspaso se percibe como un nuevo acto deliberado del gobierno nacional para perjudicar a la provincia de Buenos Aires.

A principios de agosto, el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, y el Jefe de Ministros, Guillermo Francos, acordaron transferir obras bajo la órbita nacional a la provincia de Buenos Aires para continuarlas y finalizarlas. Sin embargo, hasta ahora no hubo una respuesta concreta por parte del gobierno de Javier Milei, lo que ha generado un nuevo conflicto entre ambos distritos, sumándose al enfrentamiento previo por la planta de Gas Natural Licuado.

Entre los proyectos más urgentes se encuentran la finalización de la Autopista Presidente Perón y el dragado del Canal Magdalena. Axel Kicillof, que ha solicitado estos traspasos en repetidas ocasiones, no ha recibido respuesta de la administración nacional, agravando la relación entre ambas gestiones.

La demora en el traspaso se percibe como un nuevo acto deliberado del gobierno nacional para perjudicar a la provincia de Buenos Aires, especialmente dado que Milei ha cerrado acuerdos similares con 20 gobernadores de otros distritos. La Autopista Presidente Perón es el caso más crítico: las obras, paralizadas desde diciembre, tienen pendiente solo 21 kilómetros. La falta de avances ha convertido la zona en un foco de actividad delictiva. En respuesta, el gobernador de Buenos Aires creó un consorcio de gestión para actuar en cuanto se autorice el traspaso, aunque la Nación no ha dado señales de avance.

El Canal Magdalena es otro proyecto prioritario. Su realización permitiría una conexión directa entre el mar y el litoral fluvial, fortaleciendo el comercio exterior de la provincia y aumentando el tránsito de cargas por sus puertos. A pesar de la importancia estratégica de esta obra, la transferencia de la jurisdicción sigue sin concretarse. Ante esta incertidumbre, Kicillof ha constituido una Comisión Asesora para preparar el terreno, aunque un acuerdo definitivo aún parece distante.

La falta de acción por parte del gobierno de Milei representa un nuevo capítulo en la tensión política con la provincia de Buenos Aires. Mientras otras provincias avanzan con proyectos nacionales, Buenos Aires sigue esperando, lo que no solo afecta la gestión del mandatario bonaerense, sino que también pone en riesgo el desarrollo económico de la región.

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