Lázaro le apuntó a Cristina

El empresario santacruceño rompió el silencio y habló desde el penal de Ezeiza, donde lleva casi tres meses preso. “No sé si se trata de traición o no traición”, dijo al referirse a la expresidenta. 

“No soy testaferro de Cristina Fernández de Kirchner ni de la familia Kirchner. Un testaferro no pediría, en la causa y por escrito, que se investigue la obra pública”, aseguró Báez y denunció que “aparentemente todo el mundo pretende que se corte el hilo en Lázaro Báez”, haciendo una clara acusación de que la Justicia no prosigue la investigación con el resto de los funcionarios involucrados. Al mismo tiempo, negó un pacto de impunidad con Cristina y volvió a remarcar el pedido de investigación que realizó junto a sus abogados. 

Una de las razones por las que Báez decidió salir a hablar fue, sin dudas, la decisión del juez Federal Sebastián Casanello de adelantar las indagatorias del empresario, sus allegados y sus hijos. A este motivo se le sumó el escrache que vivieron los hijos del dueño de Austral Construcciones en el Aeroparque Jorge Newbery. “Chorros”, “ladrones”, “son todos corruptos”, “devuelvan la plata que nos robaron”, fueron algunas de las cosas que les gritaron. Con respecto a esto dijo que, mientras que a sus hijos los insultaban, atrás salía Máximo Kirchner y las personas que allí estaban fueron “muy amables, todo el mundo con una recepción fantástica. Pero nosotros no éramos los que manejábamos los intereses de este país ni tampoco éramos, como dicen, los que direccionaban la obra pública. Es macabro que se dirijan todos esos insultos y esa agresión hacia mis hijos”.