El gobierno no descarta nuevos incrementos

Le echan nafta al fuego de la inflación

Tras el aumento del 10% en el precio de los combustibles, desde el gobierno no descartaron nuevos incrementos para lo que resta del año. En este marco, los economistas advierten sobre el “inevitable” impacto en los productos de la canasta básica y ven como “lejana” la prometida desaceleración del segundo semestre

"Bajar la inflación”. Esa fue, quizá, la promesa de campaña insignia de Mauricio Macri y su equipo económico, que aún desea y promete comenzar a reducirla en el segundo semestre.

¿Cómo? Es la pregunta obvia que se hace la población y a la que los economistas consultados por Hoy responden con cierto pesimismo: a costa de una mayor “recesión”, profundizando “el enfriamiento de la economía”.

Cuando faltan menos de dos meses para la última mitad del año, el camino de desaceleración de los precios parece todavía muy lejano. Máxime tras el incremento del 10% en los combustibles, llevando -según la empresa petrolera- hasta los $17,85 el litro de nafta, lo que para los economistas, “indudablemente”, repercutirá en los precios de la canasta básica, con un alza inflacionaria que entre abril y mayo podría llegar a picos de “entre el 6% y el 8%”; y, anualizada, por emcima del 40%.

Peor aún, ayer, el ministro de Energía, Juan José Aranguren, no descartó nuevas subas para este año: “El precio de los combustibles depende mucho del precio del crudo. […] No puedo pronosticar qué es lo que va a ocurrir con algo que tiene variaciones de precios más allá de lo que ocurre en Argentina”, justificó, y defendió como “gradual” este aumento -el cuarto del año- que, desde enero, acumuló un 31%.

El propio Aranguren reconoció que el precio de la nafta en el país está “entre los más altos del mundo”, en plena crisis mundial del petróleo, cuando el barril ronda los US$ 40, mientras en la Argentina, el Estado lo subsidia alrededor de los US$70.

Por esto, y pese al discurso oficial, el incremento resulta “injustificado” para estacioneros y economistas por igual, quienes critican los “privilegios” a las petroleras, “a costa del poder adquisitivo de la población”. Al mismo tiempo, los especialistas advierten que se podría acelerar la espiral inflacionaria, por el impacto que el incremento del combustible podría tener en el costo del flete, transporte de pasajeros y producción en general, trasladándose inevitablemente a las góndolas.

De este modo, aseguran los analistas, el gobierno “le echa más nafta” a la burbuja inflacionaria, cada vez más lejos de desinflarse y sin un plan económico integral a la vista.

“El gobierno no tiene intenciones de evitar el alza en los precios”

Por Claudio Lozano (Economista. Exdiputado nacional)
Especial para Hoy

Este es un elemento que acelera la inflación, algo que ocurre desde que asumió el gobierno, vía devaluación, quita de retenciones, de subsidios y tarifazos.

Es incomprensible que en Argentina se pague el combustible muy por encima del precio internacional del petróleo, pero hay una sola explicación y es dar una renta adicional para sostener Vaca Muerta.

Otra vez asistimos al subsidio permanente y sistemático del conjunto de la comunidad a las petroleras privadas.

Con este gobierno no habido intervención en las cadenas de producción para que los aumentos producidos en distintas áreas no se trasladen a precios y esta vez no será la excepción: porque la nafta pega directo en los costos de producción y porque no hay intenciones del gobierno para evitar este traslado.

Así, tanto en abril como en mayo tendremos una inflación que rondará entre el 6% y el 8%.

“No hay un esquema económico integral”
Por Eduardo Curia (Exviceministro de Economía de la Nación)
Especial para Hoy

Está claro que en Argentina, los usuarios y consumidores subsidian a las petroleras y parece poco prudente que el gobierno, habiendo aumentado las tarifas de los servicios públicos, con una inflación generalizada, haya autorizado otro incremento en el combustible, que puede reacelerar la inflación que se pretende bajar en el segundo semestre.

Es claro que este aumento incide en el transporte y eso, inexorablemente, se correrá hacia los precios.

En este contexto, es posible que en mayo la inflación llegue a su pico máximo, mientras el gobierno pretende bajar la inflación anual al 25%. Pero, como están dadas las cosas, aquella desaceleración hoy parece una ocurrencia lejana y, en definitiva, uno advierte que está todo atado con alambres, que no hay un esquema económico integral y que el gobierno está perdiendo el partido contra la inflación.

“El incremento en el combustible se trasladará a la canasta básica”

Por Aldo Pignanelli (Economista. Expresidente del Banco Central)
Especial para Hoy

Es evidente que este es un aumento de tipo de necesidades fiscales, sobre todo si se tiene en cuenta que el 40% del precio del combustible son impuestos; por otro lado está el subsidio que le da el Estado a los productores de crudo.

En tanto, no hay justificación en el aumento de costos y por supuesto que, más allá del impacto directo en quien cargue el tanque, este incremento se trasladará a la canasta básica, al flete, por ejemplo, que hoy representa el 15% de las ventas de una empresa normal. También habrá que ver qué pasa con el ajuste de los boletos; con el transporte, más allá de los tarifazos que ya hubo; con las fábricas que funcionan a gasoil.

En este esquema de alta inflación, con un abril para el olvido, meterle un 10% al combustible, un 20% a las prepagas, 40% a los cigarrillos es echarle más nafta al fuego y así, el panorama para mayo no es muy prometedor.
La idea es que en junio la situación se atenúe un poco, pero, mientras no haya medidas alternativas, será a costa de recesión.

“La proyección inflacionaria anual ronda el 40%”

Por Julio Gambina (Profesor en la UBA)
Especial para Hoy

Más allá de advertir que el aumento en el combustible tendrá su traslado a precios, lo lamentable es que este no será el último incremento, porque la Secretaría de Energía ya pactó con las expendedoras de combustibles nuevas subas para el futuro cercano.

Ocurre que en la Argentina no hay un correlato entre el precio de los combustibles a la población con lo que pasa con el precio internacional del petróleo; en cambio, en otros países del mundo, la nafta está asociada a la evolución del precio del petróleo y en general baja.

Aquí no pasa eso, porque el petróleo es subsidiado por el Estado a un precio altísimo, porque mientras el gobierno quitó subsidios a la población en la electricidad, el gas o el transporte, los mantuvo a las petroleras.

Lamentablemente, el combustible es un precio que se traslada a otros y por esto, el objetivo de reducir la inflación de este año a un 25% está muy lejos. Los precios no bajarán, salvo que se siga profundizando el enfriamiento de la economía. Hoy, la tendencia es preocupante: tenemos una proyección anual de entre el 35% y 40% de inflación.

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