Los aumentos que se vienen agitan el fantasma de la inflación

El aumento en las tarifas de luz que empezará a regir desde el primero de febrero y rondará el 40 por ciento, promete generar mayor presión sobre los precios y encendió la alarma entre las cámaras empresariales, que rechazaron la posibilidad de absorber este ajuste.

Desde el sector textil y de la industria en general adelantaron que deberán trasladar a los precios estos aumentos por la incidencia que tiene el servicio eléctrico en las manufacturas. 

Más preocupante resulta aún para las cámaras empresariales el hecho de que a partir de abril también se deberán ajustar a los precios de las tarifas de gas y al aumento que se concretará en los combustibles. 

Entre lunes y martes, el Ministerio de Energía, a cargo de Juan José Aranguren, publicará los nuevos cuadros tarifarios y la expectativa es que se ubiquen en el 40 por ciento, aunque variará según el tipo de comercio y cliente.

“El año pasado tuvimos subas del 90 por ciento, con lo que se volvió estéril cualquier esfuerzo por ganar productividad”, dijo ayer el empresario textil, Jorge Sorabilla, presidente de la Fundación ProTeger.

De acuerdo a las medidas que el Gobierno de Macri viene tomando, se deduce que la intención es reducir el nivel de subsidios que otorga el Estado y, en el caso del servicio eléctrico, rebajarlos al 50 por ciento.   

Esta política de recortes impacta directamente en los precios y choca con el objetivo oficial de que la inflación se ubique en torno al 1,5 por ciento mensual para evitar reclamos salariales que superen el 20 por ciento.

De todas formas, más allá de que el Banco Central estima una inflación anual de entre el 12 y el 17 por ciento, las consultoras privadas hablan de una cifra superior al 20 por ciento.

En este contexto, desde la administración nacional comenzaron a tomar medidas tendientes a contener a los formadores de precios, como la decisión de la Secretaría de Comercio de obligar a los negocios a diferenciar los artículos con precio contado y los financiados, medida que, muchos alertan, oculta la intención de seguir recortando subsidios, con los programas de compra en cuotas como el Ahora 12.

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