Los hospitales, de baja: el kirchnerismo nos deja morir

La salud pública en el Conurbano bonaerense está en terapia intensiva. Varios municipios K siguen en la mira por la ausencia de políticas serias. “Ahora también faltan profesionales”, dijeron ediles opositores a Hoy 

El estado de la salud pública en el Conurbano bonaerense está en un profundo declive. Actualmente, ninguno de los anuncios hechos por el Gobierno nacional en este apartado colmaron las expectativas y la gravedad de la situación llegó a niveles que, hasta hace poco tiempo, eran insospechados: falta de insumos, personal reducido y condiciones de infraestructura que dejan mucho que desear son algunos de los problemas que registran los hospitales de distintos municipios que, en su mayoría, están gobernados por intendentes que responden a la Casa Rosada.

En el municipio más poblado de la Provincia, La Matanza, el caos que envuelve a las clínicas es una constante, siendo los vecinos los principales perjudicados. “Tanto en el Hospital de Agudos, que es municipal, como en el hospital materno de la localidad de Laferrere, no hay pediatras de guardia. Esta es una denuncia que venimos haciendo no sólo nosotros desde nuestro bloque legislativo, sino también los diferentes gremios municipales, como la Asociación de Profesionales de la Salud y el gremio municipal”, dijo a Hoy la concejal del Frente Amplio Progresista (FAP) matancero, Sandra Oviedo.

La edil también aseguró que “las salas en algunas localidades tienen sus puertas cerradas o, en otros casos atienden dos o tres veces por semana nada más. Justamente también por esta misma problemática: la falta de insumos y profesionales”.

“Tenemos un relevamiento de alrededor de 600, 700 niños y jóvenes que se encuentran con bajo peso o con sobrepeso en distintas localidades del distrito. Estos niños no son asistidos porque no hay ninguna respuesta por parte de los gobiernos, ya sean locales, provinciales o nacionales. También porque no hay médicos en el distrito y tampoco hay insumos para atender esa problemática”, remarcó Oviedo.

En la misma sintonía, el concejal de Quilmes, Fernando Pérez (UCR), consideró que “la salud pública está colapsada y la que depende de los distritos directamente es un desastre. Hay varios casos en donde los hospitales no tienen insumos y ahora también faltan profesionales”. 

“Hay casos emblemáticos, como el del Hospital de Solano: un hospital materno-infantil emblema en toda la zona del Conurbano Sur al que -si bien era municipal- venían habitantes de los distritos vecinos a que nazcan su hijos ahí. Y desde hace cuatro años viene con una destrucción sistemática, de tres mil partos han pasado a menos de la mitad, lo que habla de un deterioro en la salud del distrito y los distritos vecinos”, continuó el legislador.

Por último, Pérez hizo hincapié en la ausencia de políticas certeras de parte de los gobiernos -sobre todo el nacional- a la hora de hacer del servicio de salud pública un sistema que cumpla con las necesidades básicas de los habitantes del Conurbano bonaerense. En este sentido, el edil explicó a nuestro diario que “acá en estos diez años no han habido más inversiones en salud. Se han hecho algunos hospitales que son elefantes blancos, hospitales vacíos. Los hospitales que funcionaban bien han dejado de funcionar bien y en los que todavía se presta algún grado de servicio es por exclusiva responsabilidad de los profesionales que se desloman para brindar atención en la salud pública”.

Los “hospitales fantasma” que los K dejaron en banda

En diálogo con Hoy, Sandra Oviedo dio cuenta de la larga lista de hospitales que fueron anunciados con bombos y platillos por el Gobierno de Cristina Fernández y que, actualmente, ni siquiera pueden funcionar como corresponde.

“Hay hospitales que se inauguraron con inversión nacional, que dependen de la Provincia, como el Hospital Balestrini, el Hospital de Agudos de Laferrere y el Hospital Materno de Rafael Castillo. Tanto el de Rafael Castillo como el de Laferrere son parte del programa del Bicentenario, que se anunció en 2008. Y es hasta el día de hoy que estos hospitales ni siquiera se terminaron de construir”, advirtió la concejal del FAP matancero. 

Además, Oviedo reconoció que “el Hospital de Ciudad Evita sí se terminó, es un hospital muy colorido, con un edificio imponente. Pero lo inauguró la Presidenta tres veces y todavía no está en funcionamiento. Son serios problemas que está atravesando la salud pública en nuestro distrito”.