Los ríos de la corrupción que sacuden a la AFIP

La mano derecha de Echegaray construye un búnker en Gualeguaychú. Está vinculado a una veintena de empresas y es socio de un senador nacional. Hay sospechas de que varias de esas firmas son sociedades fantasmas. Los vínculos con la exCiccone

Guillermo Michel es contador y tiene 37 años. Dentro de la AFIP lo consideran el brazo ejecutor del polémico titular del organismo recaudador, Ricardo Echegaray, al punto que habría sido el encargado de instrumentar varios operativos de aprietes contra opositores y medios de comunicación críticos a la administración K. 

La estrecha relación que mantiene con Echegaray, llevó a que el titular de la AFIP le asignara a Michel una tarea por demás sensible: es la "autoridad de aplicación" del proceso expropiatorio de los bienes de la Compañía de Valores Sudamericana (ex Ciccone Calcográfica).

En rigor, la AFIP jugó un rol preponderante en el escándalo que terminó con el vicepresidente Amado Boudou procesado.  Por un lado, cuando los presuntos testaferros de Boudou se hicieron cargo de la compañía, el entonces jefe de asesores de Echegaray, Rafael Resnick Brenner, instrumentó una polémica moratoria impositiva –con una extensión de 12 años e ínfima tasa de interés- para que la empresa pudiera levantar la quiebra y ser contratada nuevamente por el Estado. Ello llevó a que Resnick sea procesado junto con Boudou, pese a lo cual sigue en funciones y hasta fue premiado: en 2011 lo designaron como titular de la regional Salta en la AFIP y se instaló en un hotel cinco estrellas de la capital de esa provincia.

 Luego de estallar el escándalo, cuando el congreso nacional a instancias de Cristina Kirchner aprobó la expropiación de la exCiccone en tiempo récord con el claro objetivo de esconder “el cuerpo del delito”,  hizo su aparición Michel. Por disposición de Echegaray, fue el encargado, por ejemplo, "de inscribir los bienes (de la exCiccone) en los registros pertinentes y perfeccionar la transferencia de éstos a la Sociedad del Estado Casa de Moneda".

En Gualeguaychú, su ciudad natal y donde sigue viviendo, comentan que la mano derecha del titular de la AFIP tendría contactos con los servicios de inteligencia, la ex Side. Por eso, mantiene un marcado bajo perfil y evita exponerse en público. Llega a tal punto su obsesión de actuar en las sombras, que convirtió la propiedad en la que vive –ubicada en la calle Primera Junta y Perito Moreno- en una suerte búnker, construyendo un muro perimetral de más de dos metros de alto, con cámaras de seguridad que se observan a simple vista. En el predio, que ocupa casi media manzana, también viviría parte de su familia, cuyo nombres aparecen en distintas sociedades comerciales en las que interviene Michel.

La necesidad de esconderse quizás tenga que ver con la ira que está generado el accionar de la AFIP en ese distrito. Productores agropecuarios, comerciantes y dirigentes políticos de la oposición denuncian una campaña de hostigamiento. “Luego de haber expresado críticas en los medios locales, se me aparecieron dos inspectores de la AFIP, intentando encontrar irregularidades. No encontraron nada y encima me exigieron 60 mil pesos en concepto “gastos de funcionamiento”. Fue un claro apriete político”, le dijo a Hoy uno de los damnificados.

Como si todo esto fuera poco, desde el organismo recaudador también se emprendió una fuerte ofensiva contra productores rurales. “Se meten en propiedad privada, sin permiso, intentando sacar fotos. Están obsesionado por ver si estamos acopiando granos para obligarnos a vender. Es una locura”, afirmaron.

Según pudo saber Hoy, durante el periodo 2003-2010, el brazo ejecutor de Echegaray formó parte en la conformación de una veintena de sociedades comerciales de distintos rubros: desde comercialización de combustibles, pasando por constructoras, transporte de cargas, comercialización de productos fotográficos, operaciones de títulos públicos y privados, administración de negocios financieros, negocios marítimos y hasta cultivos de uva para producir vinos en Mendoza. Muchas de estas empresas serían sociedades fantasmas.

Una de las compañías de la que formó parte Michel es Baco Inversores, una constructora en la que tuvo como socio a su padrino político, que también es oriundo de Gualeguaychú: el exvicegobernador de Entre Ríos y actual senador nacional, el ultrakirchnerista Pedro Guillermo Angel Guastavino (alias Pemo), quien ya lanzó su candidatura a gobernador. Actualmente, Arturo Alejandro Michel y Ianina Michel, padre y hermana del subdirector de la AFIP, aparecen como responsables de dicha empresa.

Asimismo, en la ciudad entrerriana no son pocos los que afirman que el crecimiento patrimonial de Michel se registró durante la mal llamada década ganada. Ahora bien, sus ingresos, como subdirector general de Coordinación Técnico Institucional de la AFIP (un cargo de tercera línea en el organigrama), no se corresponderían con sus bienes, que no sólo abarcan el bunker que está construyendo en Gualeguaychú. Se habla, incluso, de propiedades en Capital Federal.

El cargo de Michel, en rigor, sería una mera pantalla. Su accionar no escapa a la matriz de un gobierno que, cuando deje el poder en 2015, quedará en la historia como uno de la administraciones más corruptas de la historia.

Los vínculos de Guastavino

El senador Guastavino conoce a la presidenta Cristina Fernández desde hace 40 años, cuando ambos estudiaban derecho en la Universidad de La Plata. Cristina se recibió recién en 1979 y nunca se matriculó, pese a que se define como “una abogada exitosa”, mientras que Guastavino abandonó su estudios tempranamente y se volvió a sus pagos. Allí, durante años, tuvo una vida económicamente muy modesta, al punto que se dedicaba a cortar fiambre en el almacén de la familia. Su crecimiento patrimonial se produjo a partir de su actividad política.

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