Los seis meses de Macri: entre luces y sombras

Especialistas consultados por Hoy analizan las medidas del presidente en su primer semestre en el poder y adelantan las expectativas de cara a la segunda parte del año

El presidente Mauricio Macri cumple hoy sus primeros seis meses al frente del poder, sin el bastón presidencial que ayer le devolvió al orfebre Juan Carlos Pallarols como dato de color, pero en una coyuntura plena de claroscuros, crítica y compleja.

Sobre sus espaldas carga el peso de la herencia K, esa que llevó al hartazgo social producto del cual, reflexionan los especialistas, finalmente triunfó Macri, gracias al 51% de un electorado que depositó en él las esperanzas de “cambio”.

Ahora bien, si la luna de miel macrista continúa es, en parte, por el rechazo a la vieja era kirchnerista que, si se profundiza con nuevos errores, podría romper el amenazado pacto social.

Devaluación

Medidas como la devaluación del 16 de diciembre pasado y la liberación del cepo cambiario, acompañada por una quita de retenciones al agro y la minería; con una inflación interanual que consultoras privadas estiman por encima del 42%, agravada por los recientes tarifazos que golpean a los sectores más vulnerables, industrias, Pymes y clubes de barrio, no hacen más que acelerar el descontento social.

Conflicto social

En este contexto, mientras el costo de vida avanza por ascensor, el poder adquisitivo lo hace por escalera, agravando la recesión, confluyendo en los despidos de miles de trabajadores y la aparición de 1,4 millones de nuevos pobres, según datos de la Universidad Católica Argentina (UCA).
Todo esto provocó, meses atrás, una inédita unión sindical. Pero, tal vez confiado en su buena imagen y en la fortaleza que le da la extendida luna de miel, Macri pareció hacer caso omiso y vetó la opositora ley antidespidos.

Vuelta al mundo

En este primer semestre, además, el gobierno celebró como un hito “la vuelta al mundo” tras “15 años de ostracismo”, al arreglar el pago a los holdouts con la esperanza de una lluvia de inversiones que todavía no llega pero que -se promete- comenzará a verse en el segundo semestre, fecha para la que el equipo económico espera bajar la inflación. En este punto, los expertos consultados por Hoy tienen sus dudas y advierten, entre otros costos, el mayor enfriamiento de la economía.

Bahamas, blanqueo y jubilados

En tanto, del exterior también le llegó a Macri un dolor de cabeza: su nombre apareció en el escándalo de los Panamá Papers, a través del cual se descubrió que tiene sociedades en un paraíso fiscal como Bahamas y que hoy es materia de investigación judicial.

Mientras, semanas después de ese destape internacional, el Ejecutivo envió al Congreso un megaproyecto de Ley de Blanqueo (que incluye un polémico artículo con penas de prisión a quienes divulguen las declaraciones, y que, tras los cuestionamientos, Macri prometió “revisar”), para intentar repatriar fondos a un país jurídicamente inseguro como la Argentina y en el que desconfían hasta sus funcionarios.

Parte esencial de la acción oficial es el originar recursos que sirvan para pagar la histórica deuda con los adultos mayores. Si se tiene en cuenta que el gobierno espera recaudar alrededor de 60.000 millones de dólares con el blanqueo, y que la deuda con los jubilados alcanza los U$S 3.000 millones, con el 5% de lo esperado se podría dar esta indudable reparación. De hecho, ayer, Cambiemos logró dictamen favorable en la Cámara baja a los proyectos de blanqueo y pago a la clase pasiva.

Los próximos seis meses

Los especialistas coinciden en que “la inflación puede bajar en el segundo semestre”, como promete el gobierno, pero “a costa de la recesión, porque la economía”, tal como advirtió el Fondo Monetario Internacional (FMI) no crecerá este año, sino que “caerá un 1%, aunque se anticipa un rebote en 2017, cuando la actividad registraría una suba de 2,8%”.

“Es difícil que la economía crezca en el segundo semestre”

Por Raúl Cuello (Exdirector de la DGI)
Especial para Hoy

Macri asumió con una situación difícil, que tal vez no planificó. La comunicación del gobierno referida a la herencia K no fue lo suficientemente clara como para que todo el mundo tuviera conciencia de ella.
Se arregló con los holdouts, se salió del cepo cambiario y volvieron las relaciones con el mundo. Eso, que podría tomarse como acierto, tuvo sus costos. Porque no hay una política económica coordinada; tenemos un escenario que pretende ordenar la economía pero con subas en los precios, desocupación, tarifazos, recesión y esto es muy difícil de revertir en lo que resta del año.
La inflación puede bajar el mes que viene, pero porque la gente no consume, las tasas de interés son altas y esto impedirá el crecimiento de la economía. Por todo esto, yo no soy optimista de cara al segundo semestre, porque todavía se hace cuesta arriba desarmar las bombas que dejó el kirchnerismo.

“Se profundizó la recesión y el ajuste”

 Por Julio Gambina (Doctor en Ciencias Sociales. Profesor en la UBA)
Especial para Hoy

El presidente cumplió con lo anunciado en campaña: profundizó el ajuste y la recesión de la década pasada.

No obstante, al gobierno le ha salido un grano: el conflicto social. Es decir que, en seis meses, las iniciativas contra los trabajadores construyeron un foco de protesta.
El balance, en general, es negativo para la mayor parte de la población; pero, pese a esto, Macri ha extendido su luna de miel, porque el descontento con el kirchnerismo era tan grande que la gente votó contra eso.

El panorama no será mejor en el segundo semestre: puede ser que la inflación baje, pero a través de un enfriamiento del consumo. Del mismo modo pasará con la reactivación de la economía que, si llega, será a través del endeudamiento.
Hoy, la realidad es que las inversiones  no llegan y todos los pronósticos hablan de un año recesivo.