Malvinas Argentinas: más “aprietes” del oficialismo a militantes opositores
Atardecer del martes 6 de julio, distrito de Malvinas Argentinas. Un grupo de militantes del precandidato a intendente Leonardo Nardini hacen su laburo proselitista, de repartir volantes puerta a puerta. Al llegar a La Plaza de los Bomberos, en el centro de Los Polvorines de la ciudad cabecera donde gobierna Jesús Cataldo Cariglino, los muchachos se encuentran con otros muchachos. Piñas van, piñas vienen, hasta que del grupo de desconocidos amenazan con armas de fuego.
No conformes con la agresión, "se llevaron todo el material proselitista de difusión, nos robaron" afirmó uno de los agredidos, de 35 años. Y les recomendaron que desistan de la actividad política, a punta de pistola.
En estas elecciones el actual mandatario del Frente Renovador (que se había “fugado” un tiempo al PRO) deberá superar las PASO ante Héctor Valdivia; cruce que por su parte también tendrán los del FpV con la interna de Leonardo Nardini y Silvio Lescano.
Los damnificados radicaron la denuncia en la Comisaria segunda de Los Polvorines, y pasó a investigar la Fiscalía 22 de Malvinas Argentinas. “Esto ocurrió bajo las cámaras de seguridad, esperamos que esta vez las imágenes aparezcan" destacó el abogado víctimas de violencia institucional Jorge Cancio, quien fue testigo de cómo les mostraron el arma.
“No conformes con rompernos y quemarnos nuestros carteles, ahora nos agredieron, amenazaron y robaron a vecinos que solamente estaban difundiendo nuestras propuestas como la democracia lo permite”, escribió en su Facebook Leo Nardini.
Según precisaron en la denuncia, les "pusieron el arma en el pecho, a otros con el revolver quisieron golpear en la cabeza y corrieron (...) el mas grandote me amenaza que seguramente me iba a cagar a palos".
El sábado anterior, advirtieron que un grupo de pintores del intendente municipal ingresó a un terreno y destrozó un inmenso cartel publicitario del mismo Nardini.
Además, el Partido Obrero de Malvinas Argentinas denunció agresiones de parte de una patota que irrumpió en un local partidario, responsabilizando a gente relacionada a Jesús Cariglino.