Negocios oscuros, subsidios y crisis ferroviaria

El Gobierno gastó una fortuna en la compra de trenes chinos, mientras permite que los hermanos Cirigliano, tras recibir millonarios subsidios, vacíen una empresa nacional que puede producirlos

Emprendimientos Ferroviarios (EMFER) es una fábrica metalúrgica del Partido de San Martín que todavía pertenece a los hermanos Claudio y Mario Cirigliano, en donde se fabrican y reparan vagones ferroviarios y cuenta con una planta de 340 operarios calificados. Esta compañía podría ser la punta de lanza para la reestructuración del sistema ferroviario, sin embargo, el grupo empresario con aval del Gobierno está desmantelando la empresa después de haber recibido durante años millonarios subsidios del Estado (ver aparte).

Ayer, la Policía Federal, sin orden judicial aunque con el mandato explícito del Secretario de Seguridad Sergio Berni, desalojó violentamente a los trabajadores de EMFER y TATSA (fábrica de carrocerías de colectivos, que pertenece a la misma empresa, funciona en el mismo predio y también está siendo desmantelada) que reclaman por sueldos adeudados y piden que la compañía no cierre sus puertas.

“Desde hace un largo tiempo los trabajadores de Emfer y Tatsa estamos sufriendo grandes niveles de precariedad en nuestras condiciones de trabajo: atrasos en los pagos de nuestros salarios, cargas sociales patronales sin pagar a pesar de haber sido descontadas de nuestros recibos, dejándonos sin cobertura médica, y la reducción general de los niveles de producción, que a esta altura no llegan ni al 10% de la capacidad instalada”, explicó a Hoy Ezequiel Peralta, trabajador y delegado de EMFER.

Además, remarcó: “La industria se fue deteriorando a nivel nacional. Ésta es una de las pocas fábricas en todo el país que puede fabricar y reparar material ferroviario, además está ubicada en un punto estratégico y cuenta con mano de obra calificada. No entendemos cómo puede ser que una fábrica como ésta esté en una situación totalmente límite” .

Igual que en los ’90 

Si durante el menemismo la privatización de toda la estructura ferroviaria significó el despido de miles de trabajadores y el desmantelamiento de todo el sistema de trenes nacionales, hoy la compra de vagones a China viene a cumplir la misma función.

El Ministro de Transporte, Florencio Randazzo, anunció a fines del año pasado con bombos y platillos que el Gobierno había pagado US$ 80.900.000 para comprar vagones al gigante asiático, que podrían haberse desarrollado en el país por un valor mucho menor y generando trabajo genuino. De hecho, los trabajadores de EMFER presentaron distintos proyectos para que el Estado se pueda hacer cargo de la empresa y desarrollar infraestructura ferroviaria con producción local.

“Lo que nosotros estamos presentando son distintas alternativas de trabajo, sobre las que se puede avanzar. Presentamos proyectos relacionados con el segundo y tercer cordón del Gran Buenos Aires, para reparar y reactivar vías férreas”, aseguró finalmente Peralta.

Descontrol y vaciamiento

Previo al siniestro de Once, el grupo Cirigliano había recibido subsidios por más de 5.000 millones de pesos. Ese monto fue otorgado al grupo empresario en concepto de “subsidios de explotación” de las líneas Mitre y San Martín, por la participación del consorcio UGOFE y por los miles de colectivos del grupo Plaza. Entre las empresas beneficiarias de ese dinero del Estado también estaban EMFER y TATSA.

Todo esto se dio desde que asumió Néstor Kirchner en mayo de 2003 hasta diciembre de 2011, con la Secretaría de Transporte primero a cargo de Ricardo Jaime (2003-2009) y luego conducida por Juan Pablo Schiavi (2009-2012). Hoy, ambos están procesados por el siniestro de Once que dejó 51 víctimas fatales.

La Auditoría General de la Nación demostró que nunca hubo controles sobre esos subsidios y este es un dato clave para determinar la responsabilidad del Estado en el desmantelamiento del sistema ferroviario.

“No sólo no se mandan trenes para reparar a Emfer, sino que hay muchos que salen de circulación, y en los talleres de Remedios de Escalada y de Haedo los desarman para venderlos como chatarra. La intención del Gobierno es perjudicar la industria nacional para justificar la compra de los trenes chinos”, señaló Rubén Castaño, trabajador de EMFER.

La CGT repudió la represion

La CGT responsabilizó ayer al gobierno nacional por la represión que sufrieron los trabajadores ferroviarios de EMFER cuando realizaban un corte en la General Paz.

"Lamentamos que una vez más la respuesta del Gobierno Nacional sea la fuerza de la represión de la protesta social", sostuvo la entidad sindical que conduce Hugo Moyano. 

En ese sentido, la central señaló que los trabajadores "no están dispuestos a dejar que se siga avasallando el trabajo nacional apañando empresarios corruptos y buscando soluciones chinas".

Perseguidos por denunciar

Los delegados de EMFER habían denunciado meses después del siniestro de Once que los hermanos Cirigliano habían quemado documentación clave dentro de las calderas ubicadas en el predio de la compañía.

Luego, el grupo empresario comenzó una persecución judicial y sindical en contra de los empleados de la empresa. "Mientras Cirigliano y Ricardo Jaime obtienen eximiciones para no presentarse al juicio por la tragedia de Once, a los trabajadores que denunciamos la quema de pruebas, nos han iniciado causas penales incluso por robo, y laborales, a todos los delegados", explicó a Hoy el delegado Ezequiel Peralta.