Nuevos nexos entre Echegaray y un ex pirata del asfalto

Autoridades nacionales cerraron ayer depósitos fiscales ligados a Jorge “el uruguayo” Lambiris, socio y amigo de Ricardo Echegaray. Los vínculos entre el garante de la impunidad K y la causa Carbón Blanco

Ricardo Echegaray, actual titular de la Auditoría General de la Nación (AGN), uno de los emblemas de la descomposición dirigencial durante la mal llamada década ganada, volvió a quedar ayer en el centro del debate político, luego de que se conociera la noticia de que la AFIP canceló la habilitación de gran cantidad de depósitos fiscales.

Muchos de esos contenedores, están ligados a Jorge “el uruguayo” Lambiris, un ex pirata del asfalto condenado en el año 2000, devenido en empresario del sector comercial y miembro del círculo íntimo del exmandamás del órgano recaudador.

Una de las firmas que sufrió la inhabilitación oficial, es Carestiba S.A., propiedad de Lambiris. Tal como ha venido demostrando Hoy en diferentes investigaciones, con la anuencia de Echegaray, bajo el gobierno K el empresario se habría dedicado a gestionar depósitos fiscales a través de testaferros, haciendo de esto un negocio altamente lucrativo.

Pero no solo se quedó en esa empresa, sino que otras ligadas al amigo de Echegaray fueron dadas de baja, como por ejemplo Censer S.A. y Logística Central S.A., que no figuran a nombre de él, pero que en el mundo de la Aduana todos darían a Lambiris como su dueño tras las sombras.

En la mira

Que Echegaray haya dejado que estas empresas manejaran depósitos fiscales durante años no resulta nuevo para muchos, más que anda por las conexiones que lo unen al empresario, que fue retratado cuando junto a Sergio Gustavo “El Pelado” González, agredieron a un equipo periodístico que había seguido al actual titular de la AGN en un viaje a Brasil.

Como ha venido informado Hoy, en esta interconexión entre el exjefe del ente recaudador y Lambiris, se suma también el extitular de la Aduana, Guillermo Michel, mano derecha de Echegaray en la AFIP y ahora en el organismo de contralor. El denominador común entre ellos son la abogada Ana Cristina Palesa y la escribana Sara Celia Hurovich, encargadas de legalizar varias sociedades comerciales de Michel y el expirata del asfalto.

Tanto Palesa como Hurovich figuran en la conformación de L&L Mandatos y Negocios SRL y LW Logística y Carga S.A., propiedad de Lambiris. Lo llamativo del caso es que la letrada y la escribana son además quienes rubrican con su firma las sociedades de la que es dueño Carlos Alberto Salvatore, preso en la causa Carbón Blanco por narcotráfico y lavado de dinero.

Relaciones peligrosas que dejan en claro el oscuro vínculo que une a Echegaray con Lambiris en un entramado ilegal urdido desde las más altas esferas públicas para sostener un régimen oscuro en la Aduana, que le habría costado al país decenas de millones de pesos.



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