Entrevista Exclusiva

Osvaldo Cáffaro: “Hay que cambiar el paradigma de la vivienda, no como producto sino como un proceso social”

El exintendente de Zárate y flamante funcionario del Ministerio de Hábitat y Vivienda de la Nación habló con diario Hoy sobre este cambio de rol dentro de la política y se metió en la polémica por el posible regreso de las reelecciones indefinidas de los intendentes.

Osvaldo Cáffaro es una de las últimas incorporaciones al Gabinete nacional proveniente de las gestiones municipales. Fue intendente de Zárate hasta ahora, ya que luego de un pedido del propio ministro de Hábitat y Vivienda de la Nación, Jorge Ferraresi, quien le ofreció incorporarse a dicha cartera asumiendo la coordinación de programas de hábitat, dejó la conducción del municipio.

El funcionario habló con diario Hoy sobre lo que le genera este nuevo desafío, pero también acerca de la política en materia habitacional, así como su visión en torno al rol de los municipios, los intendentes y el posible regreso de la reelección indefinida.

—¿Cómo toma este nuevo desafío dentro del Ministerio de Desarrollo Social?

—Cuando Jorge (Ferraresi) accede a su cargo en el Ministerio de Hábitat y Vivienda de la Nación, ya ahí tenía la posibilidad de acompañarlo, pero estábamos en plena pandemia y no quise abandonar el distrito. Ahora surgió nuevamente la chance y es un tema que realmente conozco por haber sido director de Hábitat doce años en el distrito y nunca hubo un Ministerio de Hábitat y Vivienda, lo cual es importante, porque siempre se la “tironearon” entre Desarrollo Social y Obra Pública, y el tema del hábitat y la vivienda popular pasa por otro lado. Cuando se tomó esta decisión, me pareció acertado porque el Estado tiene que hacerse cargo del tema.

—¿El acceso a la vivienda y sobre todo al hábitat sigue siendo un tema a resolver para los gobiernos?

—En este caso es importante que tanto en Nación como en la provincia de Buenos Aires se trabaja en el acceso a la tierra, lo cual es fundamental. No es una política aislada, sino que tiene que ver con el mercado, y que la gente común pueda acceder a un lote es importante, pero también dotar de infraestructura a los barrios. El error que hubo en muchos años es que había por ejemplo dos programas de accesibilidad, y la realidad es que puede haber diversos modelos de construcción, de sistemas constructivos, un abanico de alternativas: hay viviendas rurales, viviendas para pueblos originarios, lotes con servicio, Procrear. Creo que es fundamental dejar a un lado la mirada de la vivienda como producto, en esta sociedad parecería ser un bien comercial, y para mí y para Jorge (Ferraresi) es un proceso donde tiene que participar la comunidad, cambiar ese paradigma es fundamental, la vivienda como proceso y no como producto.

—¿Cuesta alejarse de la gestión local?

—Bastante, hace 14 años que estoy , hemos transformado la ciudad en cuanto a infraestructura, en cuanto a programas sociales, que no se trata de asistencialismo sino participación de la juventud, de la tercera edad, de los chicos en las escuelas. Cuesta tomar la decisión, pero cuando me llamó Jorge (Ferraresi), al principio dije que no y ahora me parece que era el momento.

—En ese sentido, ¿le molesta que se hable de una “estrategia” de los intendentes para dejar por un tiempo las comunas y poder volver a presentarse en medio del debate por la reelección indefinida?

—Considero que una ley no puede cortar la posibilidad de que el pueblo elija libremente y no puede estar por sobre la Constitución. En mi caso, aceptar la propuesta de ocupar un lugar en el Ministerio de Hábitat y Vivienda me parecía una buena decisión en el sentido de acompañar desde el conocimiento que a uno le da el día a día y a veces desde arriba no se ve, por eso es importante que tengamos protagonismo en este tipo de programas que se implementan en los territorios, donde se hace difícil para quien no tiene demasiado conocimiento implementar este nuevo paradigma.

El 80% de la población vive en las ciudades y los problemas son cada vez más complejos en cada distrito. Las soluciones a estos problemas para la oposición parecen muy simples, pero cuando estuvieron no los solucionaron, porque justamente las soluciones son tan complejas como los problemas en sí y es ahí donde nosotros trabajamos. Me parece que tenemos que ser muy serios, por eso creo que nuestro Congreso y la Legislatura deben legislar sobre temas que están aún sin definir.

—¿Dónde considera entonces que debe estar la agenda política desde lo legislativo?

—Se viene una olla a presión, los municipios no podemos seguir siendo prestadores de servicios, los municipios se encargan de muchísimas tareas como educación, la Policía, donde a veces tienen protagonismo y otras veces no. Hay que volver a discutirlo seriamente y definir hacia dónde vamos, los municipios estamos cumpliendo un rol distinto sin los recursos que debiéramos tener.

Hay que hablar de autonomía municipal, de desarrollo local, una coparticipación al revés como es en Europa, donde cobra el municipio y coparticipa hacia arriba, estas son las discusiones reales, más allá de si un mandato es de cuatro u ocho años, sino que pasa por el rol de las ciudades en Argentina. En los países del primer mundo no es así, un municipio de 120.000 habitantes tiene un presupuesto veinte veces mayor al de acá, maneja la Policía local, la educación, porque además incluso para nosotros es mucho más fácil resolver la burocracia de una licitación que en la comuna tarda un mes y en la Provincia un año.

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