Millonarios convenios con ministerios y facturas truchas

Otro escándalo en la UTN

Acusan a la regional platense de truchar facturas para hacerse con millonarios convenios firmados con distintos ministerios durante la era K. El papel jugado por Alesandra Minnicelli, la esposa de Julio De Vido. El esquema de un negociado que le costó decenas de millones de pesos al Estado

La regional platense de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) no para de sumar escándalos. A los ya denunciados contratos oscuros firmados con Yacimientos Carboníferos de Río Turbio (YCRT), se le suman ahora más convenios realizados con diferentes ministerios durante la era kirchnerista, que le costaron al Estado nacional cientos de millones de pesos.

Según pudo conocer Hoy, los contratos más onerosos firmados por la UTN fueron con el Ministerio de Planificación Federal que comandaba Julio De Vido, el Ministerio de Desarrollo Social que conducía Alicia Kirchner, el ministerio del Interior y Transporte que regía Florencio Randazzo, y la YPF estatal que dirigía Miguel Galuccio.

La conducción de la facultad regional La Plata está acusada ante la Justicia en la Causa Nº 977/16 radicada en la UFI Nº 5 a cargo de Leila Aguilar, por malversación de fondos públicos, fraude al fisco y lavado de dinero. Una de las evidencias es el uso de facturas truchas para poder cobrar los fondos enviados desde Nación, que se hacían supuestamente a través de la Fundación de la entidad académica. La acusación apunta a que se habrían falseado datos de cientos de egresados de otras regionales de la UTN, especialmente de Santa Fe, quienes no sabían que figuraban como becarios o contratados del Estado para efectuar trabajos de monitoreo de distintos planes o programas.

Falseamiento

De acuerdo a datos de la denuncia penal a los que tuvo acceso Hoy, desde los distintos ministerios se giraba el dinero correspondiente a los contratos, de unos 13 convenios de alrededor de 13 millones de pesos cada uno, que a su vez se los giraba a la Fundación de la entidad, que dirige el ingeniero Carlos López, que era la encargada de distribuir los salarios de la gente contratada.

El problema radica que para eso se trucharon los datos de gran cantidad de profesionales de la UTN, que nunca cumplieron ninguna función en los tratados. Algunos de los nombres que se habrían falseado en distintas facturas, serían los de Jorge Luis Acevedo, Alicia Noemí Arese, Ernesto Fudim, Eduardo Alejandro Moreira, Francisco Próspero Bonadeo (originario de nuestra ciudad), entre otros, que habrían sido elegidos al azar de una lista de graduados de la unidad académica.

A esto se le agrega el hecho de que en la denuncia se especifica que desde la Fundación se habrían endosado los cheques con los cuales se abonaban las becas, a nombre de distintos hombres de confianza, que los cobraban a su vez en la sucursal del Banco Nación ubicada en la Avenida 60 esquina 2 de nuestra ciudad.

Lo llamativo del caso es que de la lista de becarios surgen algunos nombres conocidos, como son los casos de la exdiputada provincial K, Rocío Soledad Giaccone, quien al momento de la prestación del servicio era legisladora, en lo que se desprende como una incompatibilidad para prestar servicios al Estado; el de Julio Federico Aurelio, director de la Consultora Aresco S.A; el gerente administrativo del Hospital de Clínicas, Douglas Bordoli; y el del exfuncionario del Ministerio de Economía, Agustín Castro Bravo.

Responsabilidad K

En todo este entramado habría jugado un papel central la esposa de De Vido, Alessandra Minnicelli, exsíndica general de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), quien oficiaba como intermediaria para el traspaso de los fondos públicos a la casa de estudios, actuando como mediadora para poder lograr grandes contratos con la administración pública.

Los contactos de Minnicelli con los funcionarios kirchneristas, habrían sido claves para que la UTN fuera siempre contratada por sobre otras unidades académicas que concursaban por conseguir los monitoreos de los distintos planes y estudios ejecutados por los organismos públicos.

Cómo dábamos a conocer ayer, De Vido es una de las personas más salpicadas por el desvío de fondos a la UTN, alrededor de 4.700 millones de pesos, donde la Justicia sospecha el pago de “favores” y “retornos” millonarios que habrían sido cobrados por el actual diputado nacional del Frente para la Victoria.

Nombres imputados

Algunas de las personas que aparecen mencionadas en todos estos hechos oscuros, además de Alessandra Minnicelli y Carlos López, aparecen mencionados otros nombres de la casa de estudios y del gobierno K.

Carlos Fantini, decano de la UTN regional La Plata, es uno de ellos; así como también Fernando Zabala, Secretario Adminsitrativo de la unidad académica; Christian Vidal, colaborador de Minnicelli en el SIGEN; así como otros nombres ligados a la facultad, como Miguel Castro y Mauro San Martino.

Todos ellos, habrían sido partícipes de maniobras que le ocasionaron un fraude al fisco por decenas de millones de pesos, malversando los fondos públicos.

El insólito caso del auto blindado

Entre los datos que descansan en el expediente judicial, se destaca que desde la Fundación de la UTN platense, se ingresó en sus registros contables, un auto Volkswagen Passat, chapa KAC 350 modelo 2011. Se trata de un rodado blindado que habría entrado por partes, registrándose primero las cuatro puertas, luego el chasis y después el motor, habiendo sido armado por completo en la facultad.
Este singular hecho es seguido por la Justicia por entender que detrás de todo esto se esconde un desvío de fondos públicos que habría sido usado para provecho personal por la dirigencia de la unidad académica.

En la mira

La Justicia no solo mira con atención los contratos firmados por la UTN regional La Plata con el ministerio de Planificación Federal para realizar controles a Yacimientos Carboníferos de Río Turbio (YCRT), o con el Ministerio de Desarrollo Social para supervisar el Plan Argentina Trabaja, sino que también ha puesto la lupa la Evaluación de corrosión nafténica por Jet Impigiment-YPF realizada en la petrolera estatal que dirigía Miguel Galuccio, y la Consultoría de Sistemas y digitalización de la Dirección de Migraciones que estaba bajo la órbita de Florencio Randazzo.

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