Perón, el recuerdo a 50 años de su muerte y la actualidad del movimiento
En una fecha más que especial, la dirigencia recuerda al referente histórico que cambió la política argentina en un contexto sumamente adverso.
A 50 años de su paso a la inmortalidad, el peronismo en su conjunto recuerda a Juan Domingo una vez más como aquel líder político que marcó un antes y un después en la historia Argentina. Con diferentes actos, publicaciones, recuerdos e historias, toda la dirigencia peronista volverá a recordar al exmandatario que generó un nuevo movimiento y que cambió la forma de hacer política. A 50 años de su fallecimiento, el líder del peronismo continúa siendo una sombra que pesa sobre las cabezas de sus herederos y detractores.
Juan Domingo Perón no fue solo un político, sino un fenómeno social y cultural que conquistó el corazón de millones de argentinos y se ganó el odio visceral de otros tantos. “La justicia social es una aberración”, dicen hoy los detractores de sus ideas. Mientras tanto, sus herederos intentan invocar el fantasma del emblemático general para ver si les da una pista de cómo reconstruir una fuerza política que, a 50 años del fallecimiento de su líder, se encuentra en desbandada.
Perón nació el 8 de octubre de 1895 en Lobos, provincia de Buenos Aires, y llegó a convertirse en militar de carrera y dirigente político por vocación, ya que gracias a su carisma y gran oratoria, durante su paso por la Secretaría de Trabajo y Previsión en 1943, empezó a ganarse la lealtad de los sectores obreros. Desde esa dependencia, impulsó los convenios colectivos, el Estatuto del Peón de Campo, los tribunales del trabajo y la extensión de las jubilaciones a los empleados de comercio. Estas iniciativas lo transformaron rápidamente en el líder de una porción de la población que había sido excluida de la conversación social durante décadas.
Las decisiones en favor de los trabajadores que tomó desde la Secretaría de Trabajo, durante los gobiernos dictatoriales de Pedro Pablo Ramírez y Edelmiro J. Farrell, lo llevaron a acumular un gran capital político, que tuvo su hito máximo el 17 de octubre de 1945, cuando una enorme movilización obrera a Plaza de Mayo exigió y obtuvo la liberación del entonces coronel Perón, detenido pocos días antes. Ese movimiento de masas que fue el peronismo terminó de consolidarse durante la primera presidencia de Perón, entre 1946 y 1952, cuyos principios fundamentales son hasta hoy la independencia económica, la soberanía política y la justicia social, concepto muy denostado en este presente libertario.
Hoy la actualidad encuentra a este histórico movimiento un tanto distinto y fragmentado, pero en cada fecha como la de hoy reaparece la esperanza de su militancia de que se vuelva a las bases.