El hermano del juez Kreplak, cada vez más complicado

Plan Qunita: la Justicia avanza en la investigación

La Fiscalía General nº 3 pidió ampliar el embargo dispuesto a los imputados por esta causa, entre los que se encuentra el exviceministro de Salud Nicolás Kreplak

La Fiscalía General nº 3 ante los Tribunales Orales Federales de la Capital Federal pidió ampliar el embargo dispuesto a los imputados en el marco de la investigación por presunta defraudación contra la administración pública en la licitación para la provisión del kit Qunita.

La fiscal general Gabriela Baigún solicitó la afectación de más de 60 inmuebles, un vehículo, embarcaciones, acciones, cuentas bancarias y créditos al embargo que ya había sido dispuesto en el expediente.

Además, la representante del Ministerio Público Fiscal denunció a un empresario acusado por desapoderarse de bienes cuando ya pesaba sobre ellos la inhibición general.

Se trata de Gustavo Oscar Cilia, quien habría enajenado 7 vehículos el 11 de marzo de 2016 por un valor total que superaría los $1.080.000, y un inmueble en el curso de este año, sin perjuicio de encontrarse inhibido.

En atención a que las ventas mencionadas podrían enmarcarse en el delito previsto y reprimido en el artículo 179 segundo párrafo del Código Penal, la representante del Ministerio Público Fiscal efectuó la correspondiente denuncia penal, a los fines de que se proceda a su investigación.

El trabajo se realiza conjuntamente con la Dirección de Análisis Económico y Financiero en las Investigaciones (DAFI), dirigida por Judith Köning, quien estuvo a cargo de la evaluación y sistematización de toda la información técnica provista por las diferentes áreas del Estado, informó oficialmente el Ministerio Público Fiscal.

Exfuncionarios procesados

En el debate oral y público de la causa llamada “Plan Qunita” serán juzgados exintegrantes del Poder Ejecutivo, como el exministro de Salud, Daniel Gollán, y el exviceministro de esa cartera, Nicolás Kreplak, hermano del cuestionado juez ultrakirchnerista Ernesto Kreplak, quien por estos días enfrenta una pesada denuncia en el Consejo de la Magistratura de la Nación, donde se tramita un pedido de jury. El magistrado federal está acusado de haber instrumentado una suerte de “servicio a la carta” de prisiones domiciliarias que beneficiaron, exclusivamente, a represores que tendrían vinculaciones con el exjefe del Ejército del kirchnerismo, César Milani.

El accionar arbitrario de Kreplak saltó a la luz porque venía adoptando criterios absolutamente diferentes en aquellos casos en los que los implicados en crímenes de lesa humanidad no tenían lazos con el universo ultrakirchnerista. Como consecuencia, la Cámara Federal de Casación resolvió por unanimidad apartarlo en las causas que se le siguen al funcionario civil de la Dictadura, Jaime Lamont Smart.

Por su parte, Nicolás Kreplak aguarda en calidad de procesado el juicio oral y público de la causa “Plan Qunita”, refugiado en la fundación Soberanía Sanitaria, que fundó junto al exministro Gollán.

La organización se financiaría con recursos provenientes de algunas instituciones como la Universidad de José C. Paz, donde Nicolás Kreplak dicta clases. Lo mismo sucede con su hermano Mariano, quien coordina la Licenciatura en Producción de Bioimágenes en esa casa de altos estudios y también desempeñó funciones en el Ministerio de Salud durante la era K.

El expediente

En la causa “Plan Qunita” se investigan irregularidades millonarias cometidas con kits para bebés destinados a familias de bajos recursos. Estas contrataciones se realizaron durante la gestión de Kreplak como viceministro de Salud de la Nación e intervinieron varias empresas fantasmas radicadas en La Plata.

El 10 de octubre de 2015, este medio dio a conocer una investigación donde se demostraba que varias de estas empresas eran “cáscaras vacías” (ver recuadro). Las fotos y la información fueron incorporadas al expediente judicial a partir de un pedido realizado, en aquel entonces, por la denunciante Graciela Ocaña.

El procesamiento de los exfuncionarios se produjo luego de haberse verificado irregularidades originadas en el propósito de obtener un beneficio económico, a través de compras de 150.000 kits con un sobreprecio -como hipótesis de mínima- de alrededor de $3.000 por cada uno, lo que arroja un perjuicio para el Estado de, al menos, $450 millones.

La conexión platense 

En la investigación que dio a conocer diario Hoy en 2015 se revelaron los nombres de empresas fantasmas con sede en nuestra ciudad vinculadas al escándalo del Plan Qunita.

El informe consignó, por ejemplo, que la “Compañía Comercial Narciso”, que fue fundada el 26 de octubre de 2012 por la chef María Victoria Flores y la psicopedagoga Evangelina Gamero, tiene como objeto la gráfica, impresiones y publicidad, y también la producción de alimentos y vestimentas. Esos rubros le dieron en 2014 una ganancia anual de $1,05 millones, por lo que, tras su ingreso al plan K, su facturación ascendió por lo menos un 2.384 por ciento. 

“Compañía Comercial Narciso” declaró como dirección la calle 53 nº 1040, una casa de familia de dos plantas que, según su dueño, es “donde llega la correspondencia, es el domicilio fiscal, pero desde 1992 que la empresa no funciona en este lugar”. Además, entre titubeos, el hombre confesó a este diario que la pasa mal, porque “ya ha venido la Policía a hacer inspecciones, todo muy desa­gradable”. “Pero les doy mi palabra de que acá no es”, desafió.

Otra de las firmas es “Dromotech”, fundada el 1º de marzo de 2013. Su domicilio declarado es 12 nº 736, 5º B, en un modesto edificio, sin indicios de una empresa con capacidades para abastecer los requerimientos de Qunita. Pese a que en su último balance había declarado apenas $1,36 millones, fue la más beneficiada de La Plata: con los $49.984.000 obtenidos tras la licitación K, sus ganancias se incrementaron, al menos, en un 3.675%.

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