Polémica: echaron al gendarme que lideró el reclamo contra el Gobierno
Se trata de Raúl Maza, que estuvo al frente de la protesta. Mientras tanto, desde la Casa Rosada siguen haciendo la vista gorda con respecto a los funcionarios responsables de falencias en la defensa del territorio.
Una nueva polémica se avecina en los próximos días, a horas de conocerse la noticia de que el gendarme Raúl Maza, principal vocero de los efectivos de la Gendarmería Nacional que durante más de una semana reclamaron mejoras salariales, fue dado de baja ayer tras haber sido pasado a disponibilidad.
Según explicaron fuentes oficiales, la decisión fue dispuesta por el Ministerio de Seguridad y las autoridades de Gendarmería Nacional, que, con la medida, prefirieron cortar por lo sano y no ir al fondo de la cuestión. En otras palabras, continúan haciendo la vista gorda en relación a los funcionarios gubernamentales que son directamente responsables de varias falencias en lo que respecta a la defensa del territorio nacional, entre otras cuestiones.
En este contexto, y con la novedad aún en estado latente, el propio Maza aseguró que la baja es una medida “arbitraria que ha tomado el cobarde de (el jefe de Gendarmería, Enrique) Zach, no puedo llamarlo de otra manera”, y advirtió que “el motivo fue claramente lo de la manifestación de la otra vez, porque la idea es callarnos la boca”.
Maza anticipó además que recurrirá a la Justicia y anunció una convocatoria para el domingo a partir de las 17 en Plaza de Mayo para “todas las familias de todas las fuerzas (de seguridad) y a toda la sociedad”.
“Creo que va a ser una recurrencia masiva. La idea es pedir por la seguridad, puesto que sabemos que el dinero, en vez de que vaya para que los que hacemos seguridad estemos bien pagos, es dirigido a otra cosa”, se quejó el exgendarme durante un diálogo radial.
Cabe señalar que Maza se había hecho famoso como vocero cuando a principios de octubre varios suboficiales de la fuerza de seguridad se sumaron a las manifestaciones que iniciaron efectivos de la Prefectura Naval contra la aplicación del decreto presidencial 1307, que ocasionó rebajas de sueldos de entre el 30% y 60%. Días más tarde, la situación de tensión se amplió en pequeños grupos de suboficiales de la Armada y Fuerza Aérea, debido a que el personal militar sufrió complicaciones en sus haberes por el decreto 1305 del 3 de agosto, que también provocó algunas distorsiones y reducciones salariales.
Más mentiras: habían acordado no tomar represalias
Si bien la decisión del Ministerio de Seguridad y las autoridades de Gendarmería Nacional parece ser cosa juzgada, hay puntos que evidencian una nueva mentira por parte del Gobierno en el momento de remediar el conflicto salarial que derivó en rebajas del 30% y el 60%.
Lo cierto es que, después de ser pasado a disponiblidad -el paso previo al desplazo en la fuerza-, Maza había denunciado que “no se respetó el acuerdo verbal que teníamos con el señor ministro -de Economía, Hernán Lorenzino, foto- y el director -de Gendarmería luego relevado, Enrique Schenone- de que no se iban a tomar medidas de represalias contra ningún personal”.
Sin embargo, este nuevo escenario deja más que mal parada a la gestión K en un problema que se tornó de difícil resolución y que sigue desparramando nuevas esquirlas por doquier.