Provincia contra Nación: falta de recursos y de “interlocutores”

El gobierno de Kicillof resaltó los problemas de comunicación con la Casa Rosada. El retroceso de la figura de Francos y los fondos, entre ceja y ceja.

El conflicto entre el gobierno de la provincia de Buenos Aires y la administración liberal de Javier Milei tiene como eje el recorte de fondos desde la Casa Rosada, y hay un condimento extra que empeora las cosas: la falta de comunicación. Desde calle 6 insisten en que cuando levantan el teléfono nadie responde y ad­vierten por el impacto de las medidas liberales.

“Hay un problema político, que es la falta de comunicación”, advirtió en la jornada de ayer el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, quien afirmó que “no hay interlocutores válidos en el Go­bierno para discutir” el recorte de recursos y el impacto de las medidas del jefe de Estado en los territorios provinciales.

Si bien en un principio –primeras semanas de gobierno– el diálogo entre las provincias y Balcarce 50 era medianamente fluido por el puente que tendía el ministro del Interior, Guillermo Francos, la rigidez del Ejecutivo en medio de las negociaciones por la Ley Ómnibus fue desmoronando poco a poco ese canal. Si bien el funcionario nacional viajará a Salta para reunirse con mandatarios provinciales del norte, a La Plata no llegó ninguna señal de humo para entablar conversaciones.

La falta de respuesta por parte de Nación ya la habían hecho pública los ministros provinciales durante los anuncios de recortes de Milei. “Hasta ahora no hay ninguna comunicación del Gobierno nacional con Axel”, señaló el titular del área de Transporte, Jorge D’Onofrio, días atrás tras conocerse los recortes en el área.

Ante la nula respuesta, desde la administración bonaerense decidieron elevar el reclamo de fondos adeudados a través de una carta firmada por el ministro de Economía, Pablo López, al titular del Palacio de Hacienda, Luis Caputo. “La Provincia es discriminada y castigada desde hace décadas en el reparto de recursos”, insistieron, y aclararon que estas deudas afectan “la educación, salud y seguridad de los bonaerenses”.

Mientras la llamada con la Casa Rosada sigue en espera, los funcionarios bonaerenses mantienen abiertas las conversaciones con intendentes, organizaciones ­sociales y religiosas sobre la situación social. “Nos plantean el aumento de la demanda de alimentos en los barrios populares, la demanda de medicamentos y la falta de obra pública nacional, situaciones que afectan a los sectores más vulnerables”, confesó Bianco, poniendo sobre la mesa el impacto de las decisiones del jefe de Estado.

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