San Antonio de Giles: el “desangre” de La Cámpora manchó a un concejal

El pasado 5 de marzo, unos diez policías del Grupo GEO allanaron la casa del concejal del FPV y militante camporista Facundo Ballesteros buscando pruebas que lo implicarían en unas doce paredes pintadas en el casco urbano y en la ruta de acceso a Carlos Tejedor (ciudad 5 mil habitantes y cita a 350 km de la cabecera del distrito). Todas “apuntaron” contra el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Emilio Monzó, ex intendente de los tejedorenses.

En medio de la crisis por la falta de fondos de la polémica agrupación kirchnerista, Facundo Ballesteros es acusado de esos escraches que dicen “Monzó traidor”, "Monzó ladrón" y “Monzó extorsionador”, y que días atrás llevara a la policía a actuar de oficio. De la casa del político se llevaron tachos de pintura, pinceles y el celular de su padre, Carlos Ballesteros. Según pudo saber diariohoy.net, en las cercanías de Bragado y General Villegas, hay pasacalles con el mismo mensaje.

Así como fue sucediendo en varios puntos del país, en San Antonio de Giles pasó algo similar: los jóvenes militantes que percibían un sueldo, en enero dejaron de cobrarlo y las heridas empiezan a generar encono, amenazas, violencia. Según publica el periódico La Libertad, Ballesteros (nombrado durante el kirchnerismo como Director Nacional de coordinación territorial de la Juventud) “habría hecho 700 kilómetros, hasta Carlos Tejedor, ida y vuelta con pintura incluida, para escrachar al diputado Monzó, quien tiene parientes en estos pagos donde hoy se rumorea fuerte que las pintadas son una represalia por influencia que ejerció Monzó en la ruptura del bloque kirchnerista en diputados. El mismo periódico contactó a un funcionario de la UFI 1 de Trenque Lauquen, departamento Judicial al que pertenece Carlos Tejedor, donde manifestaron que el denunciante de las “pintadas” es un vecino damnificado en su propiedad, de nombre José Agustín Fernández (dueño de un supermercado), por lo que de constatarse el autor del ilícito, le cabría daño contra la propiedad que en el artículo 183 del Código Penal habla de prisión de quince días a un año “al que destruyere, inutilizare, hiciere desaparecer o de cualquier modo dañare una cosa mueble o inmueble o un animal, total o parcialmente ajeno, siempre que el hecho no constituya otro delito más severamente penado”. En Carlos Tejedor, por otro lado, existe un acuerdo incluso en campañas preelectorales para no estropear ningún frente.

Mientras Ballesteros (que vive en la casa de sus padres) se empecina en denunciar “persecución política”, en la región se replican los ecos de la noticia. En el sitio Cuestión Política habló Oscar Sánchez, legislador provincial también de cuna tejedorense: "Una pintada no le hace nada a nadie, solamente a los frentistas que le desfiguraron todo un frente. Yo fui el primero que le avisé a Emilio y lo primero que me dijo es que traten de arreglarle el frente a esos vecinos. No le dio mucha mas trascendencia a algo que nos pareció una cosa mas del rencor que tiene la gente del FPV. Emilio Monzó tiene una muy buena imagen en Carlos Tejedor y eso no va cambiar con una pintada que le hagan en esa ciudad y mucho menos alguien de otra ciudad”.