San Juan: confirman que la Barrick ocultó tres derrames de cianuro

Así figura en registros internos que la empresa nunca dio a conocer. Los incidentes se suman al ocurrido el año pasado, cuando la mina Veladero vertió a los ríos más de un millón de litros de solución cianurada. Críticas a la “complicidad” del exgobernador K, José Luis Gioja

"Somos víctimas de una empresa que nos contamina, roba nuestros recursos y gira sus ganancias a miles de kilómetros de la Argentina”, protestó ante Hoy el integrante de la asamblea Jáchal no se toca y periodista, Domingo Jofré, horas después de enterarse que la Barrick Gold ocultó al menos tres derrames de cianuro que se produjeron entre 2011 y 2012 en la mina Valadero, previos al fatídico incidente ocurrido entre el 12 y 13 de septiembre de 2015.

Así, otra vez parece iniciarse la secuencia del año pasado, cuando la firma canadiense, en complicidad con el entonces gobernador K, José Luis Gioja, ocultó, negó y luego minimizó el derrame de 5 millones de litros de solución cianurada, de los cuales por lo menos 1.072.600 litros -una quinta parte- terminaron en el río Potrerillos.

Cabe recordar que en aquella fecha fueron los propios trabajadores de la mina ubicada en el departamento de Iglesia, a 350 kilómetros al noroeste de la ciudad de San Juan, quienes, tras el derrame, advirtieron a sus familias que no tomaran agua ni se bañaran. Como gritos en el desierto, sus voces fueron replicadas en las páginas de Hoy, en una nota titulada La corrupción de Cristina mata y contamina; mientras, tanto la empresa como los gobiernos nacional y provincial optaron por el silencio.

Más de medio año después, la historia se repite y los sanjuaninos se enteran, “por casualidad”, de al menos tres vertidos de cianuro que en su momento no se hicieron públicos. Así consta en un informe que el año pasado, tras el derrame que desató el escándalo, elaboró la exSecretaría de Medio Ambiente, a partir de documentación interna de la empresa que detallaba dos incidentes ocurridos en 2011: el primero fue el 31 de julio, cuando la Barrick Gold reportó que se fugaron 1.500 litros del líquido y se afectaron 20 metros cuadrados; en tanto, el 29 de noviembre de ese año hubo un segundo vertido de 1.680 litros de solución cianurada. A su vez, el 22 de marzo de 2012, tuvo luvar otro derrame de 1.494 litros de solución cianurada en 160 metros cuadrados.

La cronología de los sucesos recién fue dada a conocer ahora, en el marco de la causa que sigue el juez Sebastián Casanello, pero Jofré, como portavoz de los ambientalistas, no se sorprende: “Nos causa la misma indignación que cuando nos enteramos del derrame del año pasado por un mensaje de texto; de la misma manera que, por otro mensaje de texto, supimos en febrero de 2015 que venía una empresa minera a explotar uranio; así como también dura la bronca contra el gobierno de la provincia, que minimizó el derrame hasta hace una semana, cuando aplicó una multa ínfima” de $145.696.000 a una empresa que, sólo en nuestro país, recauda US$ 10 mil millones anuales.

Frente al nuevo ocultamiento, los lugareños recibieron como respuesta oficial que “los derrames no eran importantes como para que la población los conociera”, mientras la Barrick, como era de esperar, lo desmintió.

Por su parte, Jofré, volvió con un reclamo que cada vez hace más ruido en San Juan: “Que cierre Veladero o que haya una consulta popular”, dijo, al tiempo que identificó al exgobernador Gioja, a Cristina Kirchner y hasta al presidente Mauricio Macri como “los auspiciantes argentinos de la megaminería”.

“Cada vez hay más motivos para el cierre de la mina”

Por Enrique Viale (Presidente de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas)
Especial para Hoy

Lo que ocurre con la Barrick Gold en San Juan no deja de sorprender. Es como un rompecabezas de irregularidades que la población tiene que armar por sus propios medios, entre la información oculta y el desinterés de las autoridades.

Claramente, el exgobernador José Luis Gioja ha estado al tanto de los derrames ahora conocidos, pero prefirió ocultarlos y es de esperar que, de no haber sido por la investigación judicial, el incidente hubiera permanecido cajoneado.

Ahora, la situación judicial de la Barrick es más complicada, porque se abre el juego a nuevas investigaciones penales y cada vez hay más motivos para el cierre de Veladero, pero las relaciones con los poderes son muy grandes. Hay que recordar que la empresa llegó a conseguir un favor de la expresidenta Cristina Kirchner, que vetó la Ley de Glaciares.

Sólo por esto se explica la permanencia de una actividad que envenena a la población, consume 9 millones de litros de agua por día y emplea a menos del 1% de la población económicamente activa.