San Miguel: la policía “disfrazada” del jefe massista de la Torre


El caso atípico que vive este distrito del noroeste del Conurbano merced a los deseos despóticos del intendente Joaquín de la Torre (Frente Renovador) orquestando todo para que salga a las calles su propia fuerza de choque y no adhiriendo a la verdadera Policía Local de la Provincia de Buenos Aires, continúa generando polémica y un real atropello a las leyes constitucionales (la Ley Provincial N° 13.482, de Unificación de la Organización de las Policías de la Provincia de Buenos Aires).

Entre las voces que se levantaron en contra, diariohoy.net consultó a Esteban Wood, un referente vecinalista de San Miguel que viene trabajando en varios aspectos negativos de la realidad ciudadana (como por ejemplo la tala de árboles en Bella Vista), quien brindó detalles de lo que vive una ciudad donde pronto coexistirán la Policía Bonaerense, la Policía Local -que Daniel Scioli ordenó implementar este mes a pedido del candidato del FpV Franco La Porta, a pesar de la no adhesión del intendente- y la Parapolicía del hombre muy cercano a Sergio Massa.

“Hoy por hoy es peligroso pensar distinto en San Miguel, con un Concejo Deliberante que no funciona, porque el que debería defender al vecino, defiende al intendente. Y los concejales cometieron como mínimo una irregularidad y se puede llegar a pensar en una ilegalidad”, expresó quien está enfrentado a la administración local massista.

El pasado 8 de julio el recinto sesionó y aprobó la ordenanza de creación de esta pseudopolicía, pero que aún no fue promulgada. Todavía con algunos detalles técnicos y procedimentales por resolverse, el Municipio ya usa desde hace tiempo vehículos municipales ploteados con la palabra policía.

El abogado Wood analizó que “durante mucho tiempo el Ministerio de Seguridad de la Provincia estuvo trabajando con todos los municipios dándole apoyo logístico y fondos para comprar patrulleros, entonces, cada municipio fue conformando sus fuerzas de cercanía (diferente a la Policía Local), como en Tigre con el COT (Centro de Operaciones), realizando patrullajes de prevención con empleados municipales a menudo acompañados de un agente de la Bonaerense. Esto les permite concretar detenciones, ya que el uso de la fuerza pública le corresponde por ley de seguridad al policía, no al civil".

"En San Miguel –prosigue  Wood- pasó exactamente lo mismo pero el error de base fue haberle permitido que se autoasignen el nombre de Policía en las patrullas municipales. Es como si vos que sos periodista en tu auto pongas policía, y te vistas de policía y digas que sos policía, cuando el único que puede es la Policía Bonaerense”.

"Una policía que no es"

Frente a toda la polémica y avalancha de críticas en torno al proyecto original de Policía Local que finalmente aprobó Scioli, ésta fuerza “pasó a ser un desprendimiento de la Bonaerense, donde cada intendente es el que adhiere, abre la inscripción y la admisión, capacita y pone a un jefe responsable, pero siempre reportando a una instancia superior, que es la Provincia –que además pone el dinero para pagar los sueldos de los agentes-. Es como una mezcla. Pero el intendente de la Torre se encaprichó y por ordenanza, a aquella fuerza fuerza original de prevención la elevó a un grado de policía. Esta fuerza, según la mirada del intendente, podría detener a un vecino, podría averiguar sus antecedentes, podría portar armas, y hasta actuar como una policía que no es, porque son agentes municipales”.

Además, los fondos para pagarla salen del bolsillo de los sanmiguelenses.

Pero hay más irregularidades que el periodista, comunicador y magíster en Políticas Públicas le relató a este medio. “La Policía Local por Ley 13482 reporta políticamente al ministro de Seguridad de la provincia, y por consecuencia, al gobernador. Hay una instacia superior de control. ¿A quien reporta esta nueva parapolicía? Al intendente. ¿Y quién sería el responsable de evaluar, controlar y juzgar posibles atropellos de esa policía? Una persona designada por el mismo intendente”.

Con las críticas que despertó este sistema de seguridad, y en vísperas de elecciones, en el distrito son muchos los que le dan una escasa probabilidad de continuidad en el poder a Joaquín, que no reparó en la Constitución Nacional ni en la Ley Orgánica de los Municipios. “Dicen que van a actuar en colaboración con la Policía; que por procedimiento si te detienen en la calle te llevan a una comisaría bonaerense, pero uno como vecino puede decir ‘eh sido secuestrado’, he sido privado de mi libertad por personas que no son policías, son empleados municipales civiles. Es tenebroso, nos remonta a los tiempos más oscursos de nuestra historia reciente”, concluyó el vecinalista.