San Vicente: crece la sospecha por los vales de combustibles en autos municipales


La primer sesión de 2015 en el Concejo Deliberante de San Vicente contó con un buen llamado de atención para el intendente Daniel Di Sabatino (FpV), tras aprobarse por unanimidad un proyecto de comunicación referido al manejo de los vales de combustibles, por el cual se solicita cambiar el vetusto sistema manual de administración de dichos vales por un sistema informático.

En todo el pueblo se comenta que hay una reventa de vales. Se oye en las colas del cajero automático y en las mismísimas estaciones de servicio.

El concejal socialista Carlos Laguzzi contó a diariohoy.net que aún “no puedo comprobarlo, pero  presupongo que el descontrol debe estar en los vehículos municipales, por lo que la propuesta de un sistema informático será más eficaz” en lo que hace a la administración de los recursos públicos. P

Para ejemplificar los alcances que tiene este proyecto para identificar a cada vehículo que carga, a la persona que lo conduce, los kilómetros del vehículo en ese momento y la cantidad de litros que se cargan y otros datos útiles, Laguzzi puso como referencia lo que acontece en la empresa Camuzzi Gas Pampeada que lo tiene como empleado. “En las estaciones de servicio se carga con el sistema de “YPF Ruta”. Cada vehículo tiene esa tarjeta, como si fuera una de débito, con una clave. Con la tarjeta cargás y al instante queda registrado el kilometraje, quien cargó, la cantidad de combustible y lo que cuesta. A fin de mes, en Camuzzi se hace un acumulado y se sabe que tal vehículo gasta 1000 litros por mes, por tanto, sale un promedio del gasto que te va a servir en caso de existir un gasto en exceso”.

La investigación lo llevó al Foro de Seguridad del distrito de sanvicentino. “Ese día estaba el secretario de Control Urbano, que es quien le reparte los vales a la policía. Lo que hacen los policías tienen un sistema de control interno. Va un oficial, controla los vehículos, le hacen cargar a los vehículos bajo el control de alguien (un oficial), es decir, hay un responsable y pareciera que hay un pequeño control, pero no es lo mismo con los vehículos municipales”, señaló a este medio el edil que comenzó a transitar su segundo año en el Concejo Deliberante.

“Soy el único concejal socialista, y me cuesta llevar adelante, además de trabajar en La Plata y no tener mucho tiempo”, señala. En su primer experiencia controló otros gastos públicos y se encontró con un cooperativista que le confesó que le quisieron hacer formar una factura de 30 mil pesos en concepto de madera, que él no solicitó. Ahí me di cuenta que lo que hacen es inventar facturas para justificar el gasto del dinero que viene de Provincia y de Nación. Y uno controla por para eso está un concejal, porque es la plata del esfuerzo del pueblo, que en algunos casos no está llegando al fin al cual se destinó”.

Cuando era un joven que estudiaba en la universidad, Carlos Laguzzi le preguntaba entonces a uno de sus profesores “si los sistemas administración eran posibles implementar en la admnistración pública y privada”. La respuesta afirmativa quedó guardada en el subconciente para hacerla conciente años más tarde. “Todos, en una y otra forma, son aplicables”, decía el profesor. “El objetivo de la empresa es maximizar las ganancias y el de la administración pública es garantizar el bien común de la gente”, remató el edil socialista.