Gestapo antisindical
Se complica la situación de Vidal
Una empleada del Banco Provincia confirmó la veracidad de los mails que involucran a la Gobernación en la reunión de la mesa antisindical. Además, la Justicia llamó a declarar a más implicados.
En el marco de la causa que investiga el accionar de la mesa judicial bonaerense durante la gestión de María Eugenia Vidal, la Justicia Federal de La Plata le tomó hoy declaración testimonial a Miriam Silvia González Villar, empleada del Banco Provincia, quien en junio de 2017 envió los mails mediante los cuales solicitaba el espacio del séptimo piso donde se realizó la escandalosa reunión de la “Gestapo antisindical”.
Estuvo presente durante el acto el Dr. César Albarracín, letrado que representa a una de las partes querellantes.
Al ser consultada sobre sus funciones en el Banco de la Provincia de Buenos Aires, González Villar señaló: “Trabajo en el banco desde 1988, luego renuncié en 2005, y me reincorporaron en 2011. Desde entonces siempre trabajé en la Unidad de Soporte Administrativo y Profesional del Banco (USAP), en la sucursal de calle San Martín N° 137 (CABA). Desde, aproximadamente, el año 2015, estoy a cargo de la USAP”.
En cuanto al correo electrónico de fs. 610, manifestó: “Sí, es mío. Lo aporté yo a un sumario interno que está tramitando en el banco desde que se hizo pública la reunión que salió en los medios de comunicación”. Y dio detalles del SUM que está en el 7mo piso, sector E del edificio de la casa central. "A ese salón se la da varios usos, para distintos tipos de reuniones. Es usado por la Gerencia General del banco, por el resto de las gerencias del banco, por Directorio y la Presidencia. También podía utilizarlo gente ajena al banco, pero siempre con pedido previo de Secretaría de Presidencia”.
Cuando se le preguntó a través de qué área del banco se gestionaban las reservas de ese salón, comentó que “hasta fines de 2016 lo manejaba Relaciones Institucionales. Nosotros, hasta entonces, administrábamos las salas de Gerencia General, que están en el primer piso. Pero a partir de octubre o noviembre de 2016, la gente de institucionales nos pide a la USAP si nos podíamos hacer cargo de administrar esa sala. Ante ello, previa autorización de la Gerencia General, accedimos, y desde entonces organizamos la agenda de la disponibilidad del SUM. Esto se formalizó en el año 2019, pero desde fines de 2016 manejábamos de hecho la agenda del SUM”.
Las "prioridades"
Sobre el modo en que se gestionan los pedidos, González Villar indicó: “Quien necesita el uso de la sala, manda un mail o llama por teléfono a cualquiera de los integrantes de la USAP para ver si está libre. Nosotros tenemos un calendario, y si vemos que está disponible, anotamos la reserva”.
En cuanto a las prioridades del uso del salón, dijo que “no hay nada establecido formalmente. Pero por usos y costumbres, se sigue la jerarquía del organigrama. Es decir que, si de alguna Gerencia tiene reservado el salón, pero luego lo pide Presidencia o Directorio, se les da prioridad a estos”.
En referencia a la existencia, o no, de registros de los participantes de las reuniones, aseguró que “no, nosotros sólo anotábamos las reservas. Nada más. Las reuniones pedidas por organismos ajenos al banco, siempre se debían gestionar a través de Presidencia. Las que eran para personal del banco, las podían gestionar las gerencias”.
Consultada sobre los pedidos del SUM por parte de Guillermo Squillari y/o Emilia Jaime, dijo que era “habitual que lo pidieran. Emilia era la secretaria privada del presidente, y Guillermo formaba parte del equipo. Ni ellos, ni nadie me informaban el objeto de las reuniones. Yo sólo manejaba la asignación del espacio”.
“A mí me lo piden (el salón) para el 14 y el 15 de junio de 2017 de 9 a 13 horas, pero luego, aparentemente, se extendió el pedido, a través de otra de las empleadas de la USAP, para el día 16, y para que el jueves y el viernes la reserva abarcara el horario de 9 a 18 horas”, detalló, y agregó: “Por lo que surge de los mails, y por quien canalizó el pedido, el sector que sabía de la reunión, y que gestionó el pedido de salón, es Secretaría de Presidencia”.
Sobre los registros de los participantes de la reunión, especificó que “las personas ajenas al banco se registran en planta baja, pero no sé bien el sistema, porque no es área de mi incumbencia”.
En referencia al uso de la llave del SUM, señaló que “eso lo maneja el sector de Intendencia, y lo abre cuando nosotros avisamos que hay una reunión. Creo que Seguridad tiene llaves de acceso a todos lados, así que supongo que también tendrá del SUM”.
Por otro lado, consultada por el tema de las cámaras montadas en el salón, dijo: “No recuerdo. A raíz de lo que salió en los medios, trate de recordar, y creo que no tenía. En general, las cámaras están en los pasillos del banco y en algunos sectores específicos por indicación del Banco Central, como cajas y cajeros automáticos. En las salas de reuniones del primer piso no hay cámaras, y no creo que haya en el SUM tampoco”.
En cuanto al registro en imágenes de las cámaras de la AFI de una “mujer vestida con lo que podría ser un uniforme de trabajo, recibiendo a los participantes de la reunión”, dijo: “Creo que es Patricia Bencivengo. Ella es del área de Institucionales o Relaciones Públicas”.
La "palabra clave"
Por último, ante la consulta del Dr. Albarracín, sobre la referencia a la “Gobernación” en su correo, y la posible indicación específica respecto del origen de la orden, la testigo respondió: “Suelo ser muy precisa en este tipo de cuestiones, y sobre todo en un caso así, en el que tuve que suspender reuniones a dos gerencias, así que seguramente, si en mi mail indiqué que desde la Secretaría de Presidencia del banco me habían dicho que el pedido venía de Gobernación, es eso lo que me comunicaron cuando me llamaron por teléfono para pedirme la disponibilidad del salón”.
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