El gobierno produndiza el enfriamiento de la economía

Se extiende la recesión

Con medidas que profundizan el enfriamiento de la economía, mientras el poder adquisitivo se deprime cada vez más y la actividad productiva cae a niveles preocupantes, el gobierno promete bajar la inflación en el segundo semestre. Una tarea que, según advierten los especialistas, se presenta titánica y puede configurar un escenario peor al actual

Más allá del relato, el marketing político y de esa palabra tan prometedora como “cambio”, que ungió a Mauricio Macri como presidente de todos los argentinos, los errores de la era kirchnerista no parecen haberse modificado sino que, peor aún, se profundizaron.

Las medidas de gobierno nacional generaron una fuerte ola inflacionaria que, en abril de este año, mostró un pico  del 7%, el indicador mensual más alto en 14 años.  Ante semejante escalada, es muy probable que la inflación comience a bajar en los próximos meses. ¿El motivo? Según reconocen distintos especialistas, los aumentos de precios llevaron a que grandes sectores de la población disminuyan sensiblemente su consumo, profundizando asimismo la recesión.

Los pronósticos de lo que viene no son los mejores. En el segundo semestre, difícilmente la inflación mensual esté por debajo del 3% (más del 40% en términos internanuales), con lo cual podrían producirse mayores niveles de pobreza dado el deterioro del poder adquisitivo de los sectores medios y populares.

A su vez, las exorbitantes tasas de interés, que se fijaron en 38%, estimulan la bicicleta financiera y atentan contra la industria, la productividad y favorecen el desempleo, que en la gestión Macri ya se cobró 150.000 desocupados. Si a esto se le agrega que el poder adquisitivo y de compra se deprimen día tras día, el resultado no puede ser otro que el desplome del consumo, la retracción en la demanda por el peso mismo de una crisis que, como le aseguró a Hoy el director del Observatorio Social de la Universidad Católica (UCA), Agustín Salvia, perjudica más que nada “a los trabajadores informales”, entre quienes se encuentra el 1,4 millón de nuevos pobres caídos en desgracia tras el cambio de gobierno.

Así es como el frío del otoño se acelera sobre esta economía sin plan integral de gobierno, la recesión se profundiza y es esa, advierten los economistas, la única vía a través de la cual el gobierno pretende bajar la inflación en el segundo semestre. 

Tanto es así, que el propio Fondo Monetario Internacional (FMI) en su reciente informe anual anticipó un empeoramiento de la situación económica en Argentina, con un avance de dos puntos en la desocupación, un retroceso del 1% en el PBI, un proceso de estanflación (caída de la actividad con inflación), y un déficit comercial que se agravará hasta 2021, al tiempo que alertó sobre la falta de estadísticas oficiales, uno de los aspectos que más le criticó Cambiemos al kirhcnerismo, pero que mantiene hasta el día de hoy.

Para los economistas consultados por nuestro diario, el panorama se presenta más difícil de lo augurado por el FMI, y advierten que ese proceso estanflacionario podría devenir en una “tragedia” mayor que la actual, con reminiscencias a lo ocurrido en la década del ’90, cuando, “en las apariencias”, la economía parecía crecer y la inflación bajar, mientras las industrias quebraban, crecía el desempleo y se profundizaba la miseria.

“La coyuntura es similar a la de los años 90”

Por José Castillo (Economista. Profesor e investigador en la UBA)
Especial para Hoy

Que la inflación pueda bajar en el segundo semestre es algo que ya ni creen en el entorno del propio presidente Mauricio Macri. Esto, pese a los esfuerzos recesivos que se han hecho, llevando las tasas de interés al 38%; con salarios que crecen por debajo del costo de vida; y mientras se profundiza el desempleo.

El gobierno quiso bajar la fiebre matando al enfermo y no le funcionó. Esta inflación se disparó a partir de la devaluación de diciembre, pese a que decían que no iba a impactar en precios; por los tarifazos, que también prometían no trasladar a costos y es algo que comprobamos todos los días; y porque no hay control sobre los formadores de precios.

Lo único que puede pasar ahora es que, tras el ajuste de los primeros meses, la inflación se estabilice a los niveles del año pasado, lo que es muy distinto a que baje.

Mientras la proyección para el final de 2016 está por encima del 40%, el gobierno pretende que se profundizar el proceso recesivo, bajar el costo salarial y, de esa manera, la inflación. Es difícil que ocurra esto y, de realizarse, sería similar a lo que vivimos en los ’90, cuando la economía formal crecía, la inflación parecía bajar, mientras los salarios eran de miseria y el desempleo se incrementaba.

“La situación requiere resultados inmediatos”

Por Martín Simonetta (Profesor en la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES)
Especial para Hoy

El ambiente social cada vez está más caldeado, y se debe más que nada a que las medidas tomadas por el gobierno, hasta el momento han generado lo contrario al efecto deseado, es decir, se han producido más pobres y se ha profundizado la recesión que venía del gobierno kirchnerista.

Este descontento hacia el gobierno uno lo ve en varios frentes, y hay un malestar en la gente porque la situación requiere resultados inmediatos, y por el momento solo se ven acciones esporádicas, que han beneficiado al sector más concentrado de la economía en detrimento de la enorme mayoría de la población.

Si bien los 12 años de kirchnerismo no se solucionan en 5 minutos, es importante plantear un plan integral que aglutine al grueso de la sociedad, plan que por el momento no se ve.

La situación es muy compleja, hay un sector de la sociedad que tiene un margen para reducir sus gastos, pero la enorme mayoría de la gente no lo puede hacer, se esperan tiempos turbulentos en el país.

“La lógica oficial implica mayor destrucción de puestos de trabajo”

Por Claudio Lozano (Economista. Exdiputado nacional)
Especial para Hoy

La Argentina entró de lleno en una nueva etapa de endeudamiento, como ya lo vivimos en el país con el menemismo en los años ’90, y que tendrá como efecto al corto y mediano plazo una mayor recesión en la economía que llevará a que el 2016 tenga un crecimiento nulo y que el 2017 esté sembrado de incertidumbre.

La lógica que hasta el momento viene desplegando el gobierno de Mauricio Macri, es una especie recesiva que implica mayor destrucción de puestos de trabajo, y es el único escenario que el gobierno prevé para que los precios bajen, es decir, la política económica en curso pretende que los precios bajen por la caída de la actividad económica y no por resolver el problema de los precios como corresponde.

Los trabajadores están sometidos a la extorsión que supone tratar de mantener el empleo a cambio de mantener poder adquisitivo, que es lamentablemente lo que aparece como estrategia oficial.

“Vamos hacia un escenario más trágico que el actual”

Por Fernanda Vallejos (Profesora en la UBA)
Especial para Hoy

No hay nada que permita proyectar mejorías para el segundo semestre. Lo que hay es mayor inflación; enfriamento de la economía; fuerte recesión, con caída en el consumo y reducción del poder adquisitivo, fácilmente reflejada, por ejemplo, en los haberes de los jubilados, quienes apenas recibieron un incremento del 15%, cuando la inflación acumulada en los primeros cuatro meses del año supera el 25%.

Se ha configurado un círculo recesivo e inflacionario que difícilmente se pueda desarticular, porque el equipo gubernamental impulsa medidas como la devaluación, los tarifazos y las tasas altísimas del Banco Central, que favorecen la bicicleta financiera y van contra la producción, profundizando el desempleo, que hoy está entre el 6,7% y el 7.25%.

Entonces, se da un cóctel explosivo: el gobierno, que optó por la vía recesiva para detener el alza en los precios, no baja la inflación. Porque no hay voluntad, porque lo único que caen son los salarios y no se ataca a los formadores de precios ni se regula el mercado cambiario.

Así, estamos ante un contexto estanflacionario que favorece a los sectores concentrados de la economía y atenta contra los más vulnerables. Más allá de las promesas macristas, la perspectiva es que vamos hacia un escenario más trágico que el actual, en el que la economía se va a frenar varios puntos más.

“Los trabajadores informales son los que más sufren”

Por Agustín Salvia (Sociólogo. Director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA)
Especial para Hoy

El sector más afectado por esta coyuntura, heredada de la administración anterior, es el de los trabajadores informales (unos 3 millones), pequeños empresarios y comerciantes que no tienen ninguna protección. Ellos son los que más han sufrido el aumento de tarifas, el incremento en la canasta básica, y, en consecuencia, la recesión y la caída en el poder de compra de la gente.

Incluso, de llegar a reactivarse la economía, va a llevar tiempo para que este segmento se vea beneficiado.

La realidad es que estamos en una situación de emergencia: ni en este semestre ni en el próximo asistiremos a una reactivación económica que produzca un boom de empleo y active el consumo interno. Es probable que la recesión continúe y que, hasta tanto no se modifique, los trabajadores informales vean disminuidas sus horas de trabajo, sean suspendidos, despedidos o vean sus salarios congelados.


Esto es lo preocupante, porque es de esperar que aumente la pobreza. Ojalá la situación cambie más pronto que tarde, comenzando por una mejora sustancial en el consumo interno.

Inflación sin freno

La inflación ocupa la atención de la sociedad, convirtiéndose en uno de los principales problemas para los argentinos, que desde hace tiempo la vienen ubicando al tope como una de sus máximas preocupaciones según todos los sondeos de opinión.

Ese resurgir cotidiano de los precios, que se ve en la remarcación constante que ve el ciudadano a la hora de hacer las compras, parece mantenerse en el mes de mayo, donde según la mayoría de las consultoras, el índice de Precios al Consumidor será por debajo del 4 por ciento.

Así lo demuestra un trabajo efectuado por la consultora Ecolatina, que fundara el exministro de Economía, Roberto Lavagna, quien sostiene que el índice del mes de mayo será del 3,7%, impulsado más que nada por el rubro esparcimiento que subió más de un 15% en lo que va del mes.

A esto hay que sumarle los aumentos pautados en las prepagas y el régimen del monotributo, que hará que los bolsillos de la Clase Media se vean perjudicados, generando un panorama por demás alarmante para el corto y mediano plazo.

CAME: “Los tarifazos pueden afectar drásticamente la producción y el empleo”

La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) pidió al gobierno que los subsidios al gas se quiten “en forma gradual y no drásticamente”, mientras denunció aumentos de hasta 2.000% en las facturas de los empresarios.

A su vez, la entidad señaló que la decisión del Ministerio de Energía de financiar el 50% del aumento de la tarifa del período abril-septiembre “es insuficiente para las PyMES de todo el país”.

“El primer punto es que en la mayoría de las industrias y comercios el uso del gas no es estacional: se consume por igual durante todo el año”, explicó en un comunicado la CAME, al tiempo que advirtió advierte que una brusca suba tarifaria puede afectar “en forma drástica la producción y el empleo”.

Por esa causa, continuó, “la financiación del 50% genera un problema hacia adelante. […] Para empresas que recibieron ajustes de hasta el 2.000% en el gas, la medida no alcanza, porque aún postergando a la mitad ese aumento, se vuelve muy difícil afrontar el nuevo costo”.

Por último, la CAME señaló que el gobierno “deberá analizar si es conveniente quitar los subsidios drásticamente y cerrar fuentes de trabajo, o ir hacia un esquema de quita gradual, que le permita al empresario continuar con su actividad y mantener el empleo”.

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