Un fiscal acusado de narco protegido por Falbo

La Procuradora General de la Suprema Corte de Justicia provincial está incriminada por resguardar al fiscal general de San Isidro, Julio Alberto Novo, imputado por encubrir una red de narcotráfico. Un nuevo escándalo que salpica a la funcionaria bonaerense

La decisión del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados de la provincia de Buenos Aires de abrir la investigación contra el fiscal general de San Isidro, Julio Novo, acusado de encubrir una red de narcotráfico, dejó en evidencia la protección que durante años contó el magistrado desde el Poder Judicial, principalmente de la Procuradora General de la Suprema Corte de Justicia bonaerense, María del Carmen Falbo.

Novo está culpado de haber escamoteado el accionar de la Justicia en la indagación de los crímenes de tres colombianos en el shopping Unicenter de Martínez en julio de 2008, y de la muerte de otra persona oriunda de Colombia en San Fernando en febrero de 2009, que según los investigadores fueron cometidos por “sicarios” pertenecientes a bandas narco que operan en el país.

La discutida titular de la Procuración provincial cajoneó durante más de cinco años una denuncia efectuada por 13 de los 46 fiscales de primera instancia en donde se acusaba a Novo de haber ejercido desde su cargo un fuerte “abuso psicológico” y “violencia laboral” y reclamaban su juicio político, que fue parado por orden directa de la funcionaria.

Falbo siempre hizo oídos sordos a los reclamos y apañó al discutido fiscal, a pesar de que las causas y las pruebas se incrementaban en su contra, despertando la desazón en un fuerte sector de la Justicia que busca actuar contra la mafia narco que actúa en Argentina.

Protección política

A pesar de la apatía mostrada por la Procuradora provincial, el Jury de Enjuiciamiento de Magistrados avanzó en la causa, así como también la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, quien ordenó la declaración indagatoria de Novo y de cuatro de sus máximos colaboradores por el presunto delito de encubrimiento agravado.

En diálogo con Hoy, el diputado provincial por el Frente Amplio Progresista (FAP), Abel Buil, una de las personas que votó a favor de la apertura del proceso contra el fiscal general de San Isidro, señaló que “no sé por qué motivo lo defendió Falbo a Novo, debe tener sus motivos personales, pero desde el lado estrictamente judicial es evidente que cierta protección desde el poder a Novo hubo”.

Para el legislador bonaerense, “Falbo tuvo en su momento una denuncia de 13 fiscales que estaban a cargo de él, donde lo critican por malos tratos, por autoritarismo y por encubrimiento, y ella a esta denuncia la tiene desde 2010 y nunca hizo nada, sino que por el contrario lo mantuvo en el cargo cuando había fiscales adjuntos que le pedían a gritos que lo sacaran del puesto”.

“Que Arroyo Salgado acepte el llamado a indagatoria de Novo es muy fuerte, ya que ella acepte llame a indagatoria a un fiscal general es porque se supone que pasó algo, ya que un juez no hace un llamado así si no hay nada, ya que un magistrado no hace un pedido de indagatoria así porque sí a otro miembro de la familia judicial, sino que tiene que haber indicios fehacientes de que se cometió un delito para que acepten esa solicitud”, resaltó Buil.

De esta manera, Novo deberá rendir cuentas sobre su supuesto amparo a toda una red de narcotráfico para que trabaje impunemente en territorio nacional, así como Falbo tendrá que dar explicaciones acerca de su inacción y cajoneo en las causas contra el funcionario judicial.

El auxilio de la Procuradora bonaerense a un fiscal acusado de proteger a bandas narco, vuelve a poner en el tapete de la discusión política el papel de Falbo, que desde hace años está en la mira por sus permanentes favores al poder político y que no hace más que mostrar el creciente deterioro institucional de nuestro país.

Resguardo massista

La protección al fiscal Julio Alberto Novo, no se queda sólo en la labor de la Procuradora bonaerense María del Carmen Falbo, sino que llega también a la clase dirigente, principalmente al candidato presidencial por el frente UNA (Una nueva Alternativa), Sergio Massa.

Uno de los alfiles de Massa en la provincia, como lo es el legislador Mauricio D’Alessandro, fue una de las pocas personas que votó en contra de la apertura del proceso contra Novo en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados.

A esto se le suma el dato de que el colombiano Andrés Mauricio Sánchez Gálvez, detenido en el country de Tigre Nordelta, hace referencia en diferentes llamados telefónicos a que el “alcalde de Tigre” estaba al tanto de un “expediente judicial y una orden de allanamiento” que involucraba a la banda que él integraba por “narcotráfico y lavado de dinero”.

Incluso se supo a lo largo de la investigación que la protección de esta banda “era hecha por Novo”, y que a lo largo de los meses que duró la misma se pudieron verificar “casi cien comunicaciones entre Novo y Federico y Malena Galmarini”.

Pasado oscuro

María del Carmen Falbo, oriunda de la ciudad de Quilmes, es una fiel seguidora del ex presidente Eduardo Duhalde, de quien fue primero Subsecretaria y luego secretaria de Justicia en el paso del lomense como gobernador.

De la mano del “cabezón” llegó en 2004, tras un acuerdo con el kirchnerismo, al puesto que ocupa en la actualidad y del cual siempre ha estado involucrada en una serie de denuncias sobre su accionar en el cargo.

A lo largo de los años, Falbo ha sido acusada de haber promovido el nombramiento de Ayudantes Fiscales en el conurbano bonaerense donde por ley no podrían nombrarse, y también ha sido insistentemente inculpada por delitos de coacción agravada y tráfico de influencias en la función pública.