Un nuevo escándalo: el Gobierno da más poder al piquetero Luis D’Elía

La presidenta argentina Cristina Fernández volvió a hacer gala de su total impericia y nombró ayer a un hombre fuerte del piquetero antisemita y presidente del partido MILES, Luis D’Elía, al frente de la nueva Secretaría Nacional de Acceso al Hábitat. Se trata de Rubén Pascolini, quien otrora se desempeñó como titular de la Comisión Nacional de Tierras para el Hábitat Social y ahora estará a cargo de la flamante secretaría.

Sin siquiera ruborizarse, la mandataria anunció con bombos y platillos la incorporación de Pascolini a la larga lista de funcionarios K, muchos de ellos investigados por la Justicia por su participación en sendos hechos de corrupción. El arquitecto, un hombre del riñón del piquetero, fue destacado por la propia presidenta al señalar que recibió la “medalla de oro de su promoción en la Universidad de La Plata”.

El nuevo secretario estará a cargo de la urbanización de los “barrios informales” existentes en todo el país. Una realidad cada vez más común tanto en el área metropolitana como en el interior del país, donde las precarias barriadas crecen al ritmo del desempleo, la inflación y la pobreza. En ese sentido Fernández concluyó que “no tiene nada que ver con la construcción”, sino con “lograr que los barrios informales, muchos de ellos denominados villas, sean incorporados”.

La designación sorprendió a propios y ajenos, pues supone un fuerte respaldo al cuestionado e investigado titular de MILES, quien se encuentra en la mira de la Justicia tras haber sido acusado por las autoridades de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) de “incitación a la discriminación”.

En julio de 2011, D’Elía mantuvo un fuerte cruce con Diego Kravetz, entonces candidato a vicejefe porteño junto a Jorge Telerman, ambos judíos. Las ofensivas declaraciones del líder piquetero causaron una catarata de repudios y la inmediata denuncia de la DAIA. Poco después, la causa cayó en manos del juez federal Luis Rodríguez, quien dispuso el procesamiento del acusado al considerar que “la acción discriminatoria existió” y “consistió en alentar o incitar la persecución” del parricida Sergio Schoklender y la comunidad judía en general.

Ayer, sin embargo, la presidenta decidió premiar a uno de sus más acérrimos, y polémicos, defensores. La escandalosa designación no hace más que dar más poder a D’Elía, quien en las últimas semanas se había quejado del relegado lugar al que el kirchnerismo lo había sometido. Al parecer sus quejas fueron finalmente escuchadas.