Ventas en supermercados: una caída alarmante que refleja la crisis económica
Desde comienzos de año, se registró una caída del 12,3% en términos reales en comparación con los primeros siete meses del año anterior.
Las ventas en supermercados de todo el país siguen en niveles alarmantes. Según los últimos datos disponibles, desde comienzos de año, se registró una caída del 12,3% en términos reales en comparación con los primeros siete meses del año anterior. Este desplome en el consumo, que refleja el impacto de la crisis económica, no es un hecho aislado: en lo que va del año, la baja acumulada es del 11,7%. Así lo analizó el ministro de Economía, Pablo López, quien destacó que esta situación es una clara consecuencia del “derrumbe de los ingresos de nuestros trabajadores y jubilados”.
Los bienes de primera necesidad, aquellos esenciales en la canasta básica, tampoco están exentos del deterioro. Las ventas de bebidas no alcohólicas, lácteos y carnes experimentaron una baja conjunta del 14% en términos reales. Estos productos, que forman parte del consumo diario de los hogares, revelan el impacto directo de la inflación y la pérdida del poder adquisitivo en las decisiones de compra de las familias argentinas.
Además, el deterioro del consumo alcanza a todos los rubros. Entre los más afectados se encuentran los artículos electrónicos y electrodomésticos, con una caída estrepitosa del 38,1%, seguidos por la indumentaria, que retrocedió un 23,5%. Los alimentos preparados y la rotisería también sufren, con una contracción del 19%. Esta contracción en las ventas refleja cómo las familias han reducido su consumo en aquellos productos que se consideran más prescindibles en tiempos de crisis.
Según López, esta dramática contracción en el consumo general es una consecuencia directa de la caída de los ingresos reales, empujada por la inflación galopante y la pérdida del poder adquisitivo, que afecta de manera transversal a los hogares argentinos. “El consumo de bienes de primera necesidad está en caída libre, mientras que los sectores más golpeados son aquellos que implican mayor desembolso, como los electrónicos, la indumentaria y los alimentos preparados”, señaló.