Lo afirmó el director del Observatorio de la Deuda Socia de la UCA

“Vinculan la baja de la pobreza a la desaceleración de la inflación”

Eso afirmó el sociólogo Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina. Además, se mostró preocupado por el aumento de la indigencia en el Conurbano 

El director del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA), Agustín Salvia, atribuyó ayer la baja del índice de pobreza a “la reducción del ritmo inflacionario, a una lenta reactivación de la economía y al incremento de salarios y otros beneficios sociales”.

Así dijo el especialista al referirse a los índices reportados por el Indec, que arrojaron que la tasa de pobreza se ubicó en el 28,6% al cierre del primer semestre y que, según advirtió, “debe compararse con relación al segundo trimestre de 2016, que marcó  un 32,2 por ciento”.

Sin embargo,  Salvia alertó que el promedio de ingreso de los pobres “está más lejos de salir de la pobreza”.

“Es una pobreza más profunda y estructural que marca que la tasa de indigencia no varió y que incluso aumentó en el Conurbano bonaerense”, afirmó el sociólogo de la UCA en referencia a la tasa de indigencia que se ubicó en 6,2%, una décima más que en diciembre de 2016.

Consultado por el incremento en la producción sojera y su vinculación con los índices de pobreza, Salvia respondió que existe un problema de “desigualdad en la distribución de la riqueza”.

“La Argentina de los 70 está lejos. Ya en los 80 teníamos pisos de pobreza de 20% en un contexto en donde la concentración industrial y la financiera, más el boom sojero que se agregó, fueron generando una sociedad muy distinta en cuanto a la distribución de la riqueza”, explicó.

Hay que resaltar que mientras a nivel nacional la pobreza bajó 1,7 por ciento (ubicándose en 28,6%), este mismo índice en el Gran La Plata trepó al 30,8 por ciento durante los primeros seis meses del año.

La cifra oficial, calculada en base a la Encuesta Permanente de Hogares, representa 264.947 personas que no cuentan con los ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas, es decir, uno de cada tres habitantes de la región.

Dentro de ese conjunto hay 32.306 individuos en situación de indigencia, lo que significa que no llegan a cubrir la Canasta Básica Alimentaria.

Este nivel de pobreza coloca al Gran La Plata por encima de otros grandes conglomerados del país históricamente golpeados por este flagelo como Mar del Plata, una de las ciudades con mayor desocupación de la Argentina.

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