EN FOCO

¡Viva la Patria!

Se cumplen hoy 208 años de la Revolución que aquel 25 de Mayo de 1810 inició la gesta emancipadora del yugo español.

Se cumplen hoy 208 años de la Revolución que aquel 25 de Mayo de 1810 inició la gesta emancipadora del yugo español. 

Desde entonces, en el camino que nos trajo hasta acá, fuimos perdiendo mucho de lo logrado entonces. Por el sucesivo obrar de una clase política inescrupulosa que, salvo contadísimas excepciones, hizo de la soberanía de la Patria un botín para amigos, familiares y naciones del poder central.

Y sin embargo, nos mantiene en pie lo único que no hemos perdido, lo último que nos resignamos a entregar: la esperanza, ese sentimiento al que nos aferramos como a una llave capaz de abrir un futuro promisorio. 

Como si todavía alumbráramos el deseo de que en estas horas críticas del país, en las que el FMI acecha como una sombra que reclama más ajuste, salarios bajos y despidos, aparezca alguien con voluntad de encausar el país, quitarle sus cadenas, liberarlo de toda dependencia.

Alguien que retome la senda de los hombres de Mayo, alguien como esos compatriotas que no quisieron depender ni de España, ni de Francia ni de nadie que estuviera más allá de Buenos Aires. No un prohombre, sino un líder de carne y hueso, pero con la convicción de Cornelio Saavedra, Manuel Belgrano, Manuel Alberti, Juan José Castelli, Miguel de Azcuénaga, Domingo Matheu, Juan Larrea, Mariano Moreno y Juan José Paso, esos integrantes de la Primera Junta de Gobierno que entendieron que solo afirmando nuestros derechos, garantizando nuestra independencia y no debiéndole nada a nadie el Estado argentino podía realizarse.

Claro que no estuvieron solos. La salida del Virrey Baltasar Cisneros se precipitó por la voluntad popular de los cientos de personas que en la Plaza y frente al Cabildo Abierto clamaron: “El pueblo quiere saber de qué se trata”.

Los gobernantes escucharon y esa fue la semilla de la Argentina naciente. La enseñanza: al pueblo se lo escucha.

La historia, que ya conocemos, no sería fácil. Se necesitarían años de sangre, sudor y lágrimas para lograr nuestra Independencia. 

Después, hoy, todo aquello parecería haber quedado en el olvido. Porque formamos una Patria y creímos que con eso ya bastaba. Vinieron militares, menemismo, kirchnerismo y, ahora, un Gobierno que nos prometió cambio, pero uno de cada tres argentinos siguen siendo pobres, la brecha entre quienes tienen y quienes no se ensancha cada vez más, las clases medias tienden a desaparecer producto de un modelo que beneficia la bicicleta financiera, a costa de la producción, el consumo, la reactivación de la economía.

Nuestro propio Presidente ha admitido que la Argentina está quebrada, que no lo expresó antes “con toda profundidad y claridad” porque es “difícil ir a pedir plata prestada diciendo que estás quebrado”. Vivir de prestado, el modelo de un país que hace tiempo no se piensa hacia adelante, con un proyecto de futuro, con un plan estratégico económico que permita ganar más de lo que gastamos sin condenar a trabajadores y jubilados.

Reconstruir el país que tuvimos. Recuperar lo que nació un 25 de Mayo, cuando todavía no éramos nada. La esperanza que renovamos hoy, 208 años después.