Alegatos: reclamaron prisión perpetua para Cuello por el asesinato de Tomás
El fiscal Javier Ochoaizpuro pidió ayer que se condene a reclusión perpetua más accesorias legales a Adalberto Cuello, como autor del crimen del niño Tomás Dameno Santillán (9), cometido el año pasado en la ciudad bonaerense de Lincoln.
En su alegato ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Junín, el fiscal Javier Ochoaizpuro le imputó a Cuello (40) el delito de “homicidio agravado por ensañamiento y alevosía”, por lo que pidió que se le imponga la condena máxima prevista en el Código Penal.
“(...) De los análisis que han realizado los peritos psicólogos y psiquiatras, entiendo que Cuello supo discernir entre el bien y el mal, es decir, tuvo la capacidad de comprensión de la conducta que estaba llevando a cabo y en esa inteligencia y conforme a su convicción, llevó adelante esa línea”, explicó Ochoaizpuro.
Para el fiscal, a partir de los elementos analizados durante el debate, quedó “plenamente acreditada la responsabilidad penal” del acusado, por lo que solicitó que sea condenado a “reclusión perpetua” por haber asesinado a golpes al hijo de su expareja. Luego, los jueces Miguel Angel Vilaseca Parisi, Karina Lorena Piegari y Claudia Beatriz Dana escucharon los respectivos alegatos del abogado del particular damnificado, Carlos Torrens, y del defensor Gerardo Doyle.
Torrens adhirió al pedido del fiscal, mientras que Doyle solicitó la absolución de Cuello por falta de pruebas y, subsidiariamente, una condena por “homicidio simple”, con pena prevista de 8 a 25 años de prisión, ya que consideró que se probó el ensañamiento (sufrimiento excesivo) y la alevosía (indefensión de la víctima).
Tras los alegatos, Cuello se negó a pronunciar sus “últimas palabras” y el tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta el martes próximo al mediodía, cuando dará a conocer el veredicto.
Antes, durante la audiencia de ayer habían declarado los últimos testigos de las partes, entre ellos una mujer identificada como Natalia Cabral (50), que denunció que el padre del imputado, Ramón Cuello, le ofreció una casa para que beneficiara al acusado.
Esta testigo generó controversia porque primero acusó a la entonces novia de Cuello, María Inés Márquez, de haber secuestrado a Tomás, pero, a partir de una serie de contradicciones en las que incurrió finalmente, confesó que eso era mentira.
Por ello se sometió a un careo con Cuello padre, en el que ella reiteró su denuncia y el hombre negó haberle ofrecido una casa para que declarara a favor de su hijo.
