Balearon a una estudiante por no poder asaltarla
Ocurrió en San Carlos. La víctima recibió un tiro en el cuello y otro en la mano. Los dos motochorros que la atacaron huyeron sin llevarse nada
Ayer, minutos después del mediodía, una joven estudiante regresaba caminando a su casa de San Carlos y, cuando apenas le faltaban pocos metros para llegar, sufrió un traumático hecho de inseguridad: dos motochorros armados la interceptaron para robarle el celular. Ella se asustó y corrió hacia su domicilio, intentando huir de los malvivientes, pero fue alcanzada por dos disparos que impactaron en una de sus manos y en su cuello.
Según trascendió desde la fuerza, los delincuentes actuaron en la intersección de 140 y 526, aproximadamente a las 13. La víctima, de 23 años e identificada como Micaela Celadilla, fue baleada en su mano izquierda, generándole heridas internas, y sufrió otra herida causada por el roce de un proyectil sobre el lado derecho de su cuello. De sus lastimaduras se deduce que el ataque podría haber terminado con su vida, ya que los ladrones tiraron a matar y no lo lograron por centímetros.
Los familiares de la afectada actuaron rápidamente y la trasladaron por sus medios hacia el Hospital Alejandro Korn de Melchor Romero. Luego de una primera revisión, desde el nosocomio informaron que las lesiones no revestían gravedad, pero aún faltaba que fuera sometida a estudios más rigurosos para determinar con exactitud la gravedad del caso y evitar complicaciones futuras.
De urgencia, al hospital
“Tiraron por tirar, porque no pudieron concretar el ilícito”, le dijo a este medio un vocero, quien admitió que “si le hubiese entregado la cartera, seguramente no habría pasado nada de esto”.
De inmediato, agentes de la subcomisaría La Unión, siguiendo las órdenes de Ignacio Rosales, comisario inspector de la Jefatura Distrital Oeste, fueron en búsqueda de los responsables, pero nada se supo de ellos y, al cierre de esta edición, continuaban prófugos.
En tanto, Ana Medina, de la UFI número 1 en turno, tomó el caso y lo caratuló como “robo en grado de tentativa, abuso de arma y lesiones”.