Caco abatido en barrio Cementerio: su cómplice es un cadete penitenciario
El joven de 24 años aprehendido tras intentar robar a un sargento del CPC está en segundo año de la carrera para ser oficial penitenciario y tiene antecedentes penales
Mientras ayer le realizaban la autopsia al menor de 17 años abatido el lunes por un policía en el barrio Cementerio tras resistirse al robo de su moto, se supo que su cómplice cursa el segundo año de la carrera para convertirse en oficial penitenciario, informaron fuentes policiales y judiciales.
El sujeto de 24 años, identificado como Matías Gonzalo Paiva, continúa aprehendido por los delitos de “tentativa de robo calificado y agravado por la participación de un menor y tentativa de evasión”, ya que pretendió huir cuando el sargento del CPC Berisso, Cristian Vicenti, fue a demorarlo luego de haberle intentado sustraer la moto junto al chico de 17 años que terminó muerto de tres balazos en la “zona torácica”, en 76 y 133.
Voceros judiciales y policiales establecieron que Paiva (quien ayer se negó a declarar) se encuentra en segundo año de la carrera para ser oficial del Servicio Penitenciario Bonaerense. Desde esa fuerza, le contaron ayer a Trama Urbana que ya “se hicieron actuaciones administrativas y se lo separó en forma cautelar como alumno hasta que la justicia penal defina su situación procesal”.
Un jefe policial le indicó a este medio que “a nosotros nos había dicho que era repartidor de pizzas”, mientras que desde los pasillos de Tribunales añadieron que “tiene antecedentes, una causa de 2010”, aunque para ingresar al SPB es necesario contar con un historial limpio. También quedó determinado que tiene un hermano “preso en Olmos, por robo calificado”.
Muerte en el cementerio
Como informó este medio en su edición anterior, el hecho se produjo el lunes a las 16, cuando Paiva y su cómplice menor se trasladaban en una Honda CBX 250 cc (con su numeración adulterada y robada días atrás) y sorprendieron a Vicenti, quien estaba vestido de civil.
Lo apuntaron con una pistola calibre 9 mm marca Astra y le pidieron el rodado, una Zanella ZB de 110 cc. El sargento simuló dársela, pero entonces sacó su arma reglamentaria, se identificó y, al ver que le iban a disparar, lo hizo él primero, dándole muerte a uno de los cacos y aprehendiendo al otro.
