Desarticulan banda que vendía armas a narcos

La Policía Federal secuestró más de 60 armas y municiones durante el operativo.

En el marco de un importante operativo, efectivos del Departamento Federal de Investigaciones (DFI) de la Policía Federal Argentina (PFA) desarticularon una red criminal dedicada a la provisión ilegal y al tráfico de armas de fuego.

En el procedimiento se logró la detención de un individuo conocido como “Gordo Cuevas”, vinculado a la barra brava del Club Deportivo Laferrere, quien abastecía de armamento a bandas delictivas. Además, se secuestraron más de 60 armas de fuego de distintos calibres y miles de municiones.

Los operativos se desprenden de una causa previa en la que ya se había logrado la desarticulación de una estructura criminal que operaba en el Conurbano bonaerense y se dedicaba a la comisión de secuestros extorsivos.

En dicha pesquisa intervención se logró establecer que, detrás de la organización desmantelada, actuaba un individuo que cumplía el rol de “testaferro de armas de fuego”, encargado de encubrir la adquisición y el posterior desvío ilegal de material.

En este sentido, el personal de la PFA desarrolló amplias tareas de campo que permitieron determinar el modus operandi de la organización. El mismo consistía en la utilización de personas legalmente habilitadas, quienes obtenían la Credencial de Legítimo Usuario en la categoría de guarda “G2”, habilitación que permite la tenencia de entre 9 y 49 armas de fuego.

Una vez adquiridas, las armas eran cedidas de manera ilegal a un grupo de delincuentes directamente relacionados con la barra brava del Club Deportivo Laferrere, así como también a diversas organizaciones criminales. El mismo mecanismo se utilizaba para la provisión de municiones, que eran obtenidas mediante credenciales habilitantes y luego comercializadas de forma clandestina.

Además de la detención del “Gordo Cuevas”, se identificó a otros sospechosos que, hasta el momento, habían adquirido impunemente un promedio de 25 armas de fuego cada uno. De los registros surgió que, en muchos casos, las compras se realizaban sobre armamento de igual marca, modelo y calibre, una práctica poco habitual entre coleccionistas legítimos. Además, se constató que todos ellos declaraban domicilios inexistentes.

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