Casación confirmó la condena a prisión perpetua para el asesino de la martillera

El hecho ocurrió en agosto del 2018 en una casa de barrio Hipódromo. El abogado de Marcelo Doval presentó un recurso para que la Suprema Corte revise el fallo

La Sala III del Tribunal de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires confirmó la condena del Tribunal Oral Criminal n°3 de La Plata, el cual había condenado a prisión perpetua a Marcelo Oscar Doval por robo y homicidio agravado a la martillera Sabrina Antonioli Ango (33), hecho ocurrido en agosto del 2018 en una vivienda de barrio Hipódromo.

Luego de conocerse la sentencia, el abogado que representa al detenido, Gastón Nicocia, apeló el fallo. En el escrito, el profesional criticó el razonamiento seguido por los jueces de primera instancia para acreditar el pleno uso de las facultades mentales y la posibilidad de dirigir sus acciones para cometer el crimen.

“Doval, al momento del hecho, estaba intoxicado por el alcohol, en un segundo grado, conforme lo informado por el médico forense oficial, y siendo que la imputabilidad no se presume rige en toda su amplitud el principio del beneficio de la duda”, explicó Nicocia.

Los magistrados del Tribunal n°3 tuvieron por cierto que el 23 de agosto de 2018, poco después de las 13.15, la víctima regresó a la vivienda que habitaba junto a su esposo, Juan Ignacio Plotycia, ubicada en calle 116 entre 32 y 33, estacionó su auto en la puerta, ingresó y dejó bolsas de mandados sobre la mesa del living. Un hombre que conocía a la pareja porque hacía reparaciones se encontraba dentro del hogar.

Comprendía el hecho

“Luego de que Sabrina cambiase sus prendas de trabajo que dejó sobre la cama matrimonial, y aún sin haberse calzado, el hombre tomó una maza que había en el lugar y le propinó múltiples golpes en su cabeza en el dormitorio en proximidades del pasillo que comunicaba con el living. Luego trasladó su cuerpo inerte al interior del baño e intentó limpiar los vestigios de la agresión, lavando los pisos y paredes”, dijo la fiscal adjunta de Casación. Producto de esas lesiones, Antonelli Ango falleció.

Minutos después, el marido de la joven llegó y también fue atacado por el acusado, quien luego huyó y fue atrapado en las inmediaciones por la Policía con la ayuda de un vecino. “Solo la embriaguez plena y total en cuanto a sus efectos y fortuita en su causa, encaja en la eximente enarbolada insuficientemente por la defensa”, señalaron los magistrados de alzada, Víctor Violini y Ricardo Borinsky.

“Si bien del informe médico efectuado surge que el imputado, presentaba cierta alcoholemia presumiblemente compatible con un segundo grado de ebriedad, ello no significa que el mismo posea alteración o insuficiencia de sus facultades que le impidiera comprender lo que hizo o actuar de manera diversa”, agregaron los camaristas.

Asimismo, “revolver muebles y valijas, acopiar objetos de valor en una mochila, desplazar un cuerpo inerte a un baño, lavar paredes, dan a las claras muestras de conciencia y de amplia capacidad para dirigir las acciones al igual que las conversaciones sostenidas por WhatsApp con la víctima”, especificaron los jueces, al confirmar la sentencia de primera instancia. Por su parte, Nicocia presentó un recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley para que la Suprema Corte revise el fallo.

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