Caso Báez Sosa: a la espera del fallo de Casación, los rugbiers pasan sus días en el penal de Romero
Para evitar cualquier agresión de los otros internados, los jóvenes continúan con un régimen diferencial de 21 horas de encierro.
Cuando faltan apenas unos días para que se cumpla el cuarto aniversario del salvaje crimen que conmocionó al país, los rugbiers condenados por el caso de Fernando Báez Sosa continúan cumpliendo sus condenas, alojados en el penal de Melchor Romero. En este sentido, trascendió la manera en la que viven cada jornada, con un régimen diferencial para que no tengan contacto con el resto de los internos.
En ese marco, se sigue esperando que el Tribunal de Casación Penal bonaerense resuelva las apelaciones al fallo que sentenció a cinco acusados a prisión perpetua y los otros tres a 15 años de cárcel. Por lo pronto, Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz, Lucas y Luciano Pertossi se encuentran alojados en un pabellón aparte de la Alcaldía n° 3.
El motivo para que ello suceda es evitar que puedan cruzarse con los otros detenidos en la unidad carcelaria y así impedir un posible conflicto. Según se supo, todos ellos tienen una rutina que se divide en unas 21 horas de encierro y las tres restantes de la jornada habitual están habilitados para circular por el patio, donde realizan ejercicios físicos.
Además, llevan a cabo distintas labores de mantenimiento y hasta desarrollan tareas en la cocina del penal en algunos casos. En sus celdas duermen de a dos, mientras que en los ratos libres suelen juntarse entre ellos para mirar la televisión a realizar alguna otra actividad, debido a que tienen acceso a la biblioteca y a diversos juegos de mesa.
Otro de los datos que se conocieron fue que no cuentan con teléfonos celulares, solamente para enviar mensajes de texto. En tanto que, debido al régimen de encierro, los rugbiers no realizan cursos ni estudios y siguen recibiendo visitas de sus familiares y allegados los días jueves.
A la espera de la resolución
Cabe recordar que, por el crimen de Báez Sosa, ocurrido el 18 de enero de 202 en Villa Gesell, fueron sentenciados de manera unánime a prisión perpetua Thomsen, Ciro Pertossi, Comelli, Benicelli y Luciano Pertossi, como coautores del delito de “homicidio doblemente agravado por el concurso premeditado por dos o más personas y por alevosía en concurso ideal de lesiones leves”.
Por su parte, los magistrados entendieron que Cinalli, Viollaz y Lucas Pertossi fueron “partícipes secundarios” del mismo delito y se les aplicó una pena de 15 años de cárcel.
Como respuesta, Fernando Burlando, el abogado de la familia de la víctima, presentó una apelación, al igual que los fiscales, en la que solicitaron la perpetua para los ocho jóvenes.
Ante este panorama, los jueces de la Sala II deberán resolver si hacen lugar a esos planteos o si revisan las penas impuestas por el TOC 1 de Dolores, como pretende el defensor Hugo Tomei.
En la última audiencia llevada a cabo el pasado 15 de agosto, el letrado volvió a insistir con la ilegalidad del procedimiento de imputación y cuestionó la actuación de Verónica Zamboni, la fiscal a cargo de la instrucción del caso.