Condenaron a 20 años de prisión al patovica que raptó, golpeó y violó a una mujer

Néstor Monzón obligó a su víctima a mentir cuando la llamaban sus familiares. Los hechos ocurrieron en octubre de 2016 en Barrio Norte.

El Tribunal Oral en lo Criminal n° 3 de La Plata condenó a 20 años de prisión a Néstor Hermindo Monzón, el patovica y profesor de Educación Física que en octubre del 2016 raptó, golpeó y violó durante varios días a una mujer en una vivienda de Barrio Norte.

“El 29 de octubre de 2016, en horas de la noche, K. C. les dijo a sus hijos que se retiraba de la casa que posee en la localidad de Gonnet, porque saldría con amigos, dejando en la casa su teléfono celular”, comenzó la crónica el juez Ernesto Domenech, al cual adhirieron sus pares Santiago Paolini y Andrés Vitali.

El magistrado agregó que “el domingo 30 de octubre (del mismo año), entre las 13 y 14, (la víctima) fue vista por Eduardo Grimal tambaleante, balbuceando, con la pintura de los labios roja corrida, vestida de negro y calzando zapatos de plataforma. Caminaba por calle 36, y se encontraba con paso claudicante y mirada extraviada. Era seguida por una persona que le gritaba como a un perro”.

Según el juez, la mujer no regresó al hogar, pero se comunicó a su celular, que había dejado en su casa, y le dijo a su hijo, en forma balbucenate, que estaba bien, que había conseguido un trabajo y que llevaría fideos para comer.

“En el interior de un domicilio de calle 36 entre 13 y 14 de la localidad de La Plata, (la víctima) fue sexualmente agredida mientras se encontraba balbuceante y con intoxicación etílica. Al menos tres personas intervinieron en las agresiones descriptas. También fue golpeada en la boca y en tórax. De ese modo (la víctima) permaneció retenida hasta que fue hallada en el kiosco El Pelado, ubicado en calle 15 entre 33 y 34”, continuó Domenech.

Desaparecida

Al no regresar a su hogar por varios días, madre y hermano de la víctima llamaron a un teléfono registrado en el celular de ésta. Sin embargo, en las comunicaciones y reclamos, ella les daba respuesta inciertas y contradictorias.

Ante esta situación, “el día 3 de noviembre del mismo año, su familia se dirigió a hacer la denuncia respectiva y, en ese momento, les fue informado que K. C. se encontraba en un kiosco ubicado en la esquina que forman las calles 14 y 35, donde fue hallada sucia, calzada con pantuflas, balbuceante y con severos dolores en la zona perianal”, contó el juez.

La mujer fue trasladada a la DDI de La Plata y de allí, por su estado, al hospital General San Martín donde permaneció internada hasta que fue dada de alta. Al igual que el fiscal Mariano Sibuet, los magistrados consideraron como agravantes la magnitud del daño provocado físico y psíquico a la víctima.

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