Crimen del Country

“Creí que continuaba la matanza”

La abogada de Farré, autor del femicidio del country, relató que se sacó los zapatos para correr durante el homicidio al creer que el exgerente iba a asesinarlos a todos

Ua abogada que acompañaba a Fernando Farré el día que asesinó a su esposa Claudia Schaefer en el country de Pilar declaró que, al darse cuenta de que el exgerente estaba apuñalando a su mujer, se sacó las zapatos para correr más rápido porque pensó que su cliente salía del vestidor y mataba a todos los que estaban en la casa.

Fuentes judiciales informaron ayer que la letrada Andrea Frencia (25) declaró el miércoles ante la fiscal a cargo de la causa, Carolina Carballido, para ampliar sus dichos, ya que fue una de las dos testigos presenciales del hecho. Se presentó ayer en la UFI Especializada en Violencia de Género de Pilar, donde se la notó muy afectada por lo que le tocó presenciar aquel 21 de agosto, a tal punto que tuvo una crisis de angustia en medio de su declaración y, para poder concluir, debió ser asistida por el psicólogo de la fiscalía.

Señaló que fue al country en el mismo auto que Farré y su madre, Nenina Castro, y que llegaron a las 10. Dijo que durante el viaje Farré no estaba nervioso ni hizo ningún comentario agresivo contra Schaefer, que esa mañana iba a retirar su ropa y pertenencias de la casa que allí alquilaban, como parte del arreglo del divorcio que estaban materializando.

En la hora que tuvieron de espera hasta que arribaron Schaefer y su abogado Carlos Quirno, ratificó es que el propio Farré les preparó a ella y a su madre un té, lo que para la fiscalía es una prueba de que en algún momento, antes de que llegara su esposa, estuvo en la cocina y allí pudo haber agarrado los dos cuchillos que había en un set de cinco, en un taco de madera, y que fueron empleados para cometer el asesinato.

Desenlace fatal

Recordó que cuando arribó Schaefer, ella y Quirno salieron de la finca, para dialogar sobre cuestiones del divorcio.

Frencia ratificó que no hubo ninguna discusión previa entre el matrimonio, sino que se dieron cuenta de que algo malo pasaba cuando empezaron a escuchar los gritos de Castro que le decía a su hijo: “¡Pará, pará!”.

Ambos abogados entraron al domicilio, advirtieron que Farré estaba encerrado en el vestidor atacando a su mujer y todos salieron de la casa.

Mientras Quirno y la madre del asesino fueron a ver lo que ocurría a través de la ventana del vestidor, Frencia salió corriendo de la casa.

“Contó que se sacó los zapatos para poder correr con mayor facilidad porque pensó que Farré salía del vestidor y continuaba la matanza con ellos”, dijo una fuente judicial.