Crimen de Emma Córdoba: un peritaje clave dio positivo
Los restos de ADN hallados en el cuerpo de la víctima coinciden con el del acusado. Se espera que la fiscal pida la elevación a juicio
El cotejo de ADN realizado entre material genético de Ariel Osvaldo Báez (24) y restos hallados en el cuerpo de Emma Córdoba (20), la joven violada y asesinada en 2017 en Punta Lara, dio positivo. Los análisis terminaron de realizarse en los últimos días y luego fueron enviados a la Fiscalía nº 7, a cargo de Virginia Bravo.
La muchacha y su amiga, A. G., se habían juntado a estudiar una materia de la carrera de Ciencias Médicas el sábado 8 de julio pasado en su casa ubicada en calle 126 entre 5 y 6, de Ensenada. A. G. contó ante los investigadores que, esa noche, las dos iban caminando hasta la vivienda de Emma cuando el acusado las alcanzó y fueron los tres hasta la dirección mencionada; luego la amiga de la estudiante asesinada volvió para cerrar el portón de entrada y allí Báez la amenazó con un arma de fuego y la obligó a ingresar a la vivienda.
El imputado atacó a A. G. y a su amiga, a quienes ató, violó e incluso intentó prenderlas fuego para evitar ser identificado. Luego de que los vecinos detectaran el incendio y el humo que emanaba de la residencia, los bomberos y la Policía se hicieron presentes en el lugar y asistieron a la joven de 25 años que aún estaba con vida. Sin dudarlo, la sobreviviente identificó al imputado como el autor de los hechos.
Durante su declaración, el acusado dijo que un tal “Johny” lo dejó en su finca a las 00.30, y que cuando él salió a la puerta, poco después, logró ver a quien él señaló como el asesino. Según lo que declaró, vio al sujeto “salir de la casa de la vecina, y me dijo: Guacho, la re cagué. Andate, andate. Además noté que se descartaba algo, pero no sé qué era ni dónde quedó. Yo estaba enfrente de mi casa, entrando, y él estaba saliendo de lo de Emma”, señaló.
Sin embargo, la fiscal descartó esa versión tras indagar a las personas que el imputado había nombrado, quienes comentaron que solo estuvieron un rato con el asesino la noche que ocurrieron los abusos y el crimen de Emma. Además, el peritaje realizado al celular del acusado reveló que contenía varios videos, todos con fondo negro, lo que reafirmó la declaración de A. G., quien había comentado que el depravado filmó las violaciones pero no se veían porque era de noche y había poca luz en la casa. Se espera que en los próximos días Virginia Bravo pida la elevación a juicio del caso, mientras el homicida sigue detenido en una cárcel.
