Crimen del penitenciario: 5 acusados en problemas

En la colmada sala de audiencias, en el fuero de 8 y 56, todas las remeras reflejaron la leyenda “Justicia por Maxi”. Eran los familiares y amigos de la víctima, el penitenciario y remisero Maximiliano Videla. 

Ayer, en la primera audiencia del juicio oral, dos testigos complicaron la situación procesal de los cinco detenidos por el homicidio de Maxi, ocurrido en  marzo de 2009 en Altos de San Lorenzo. 

También declararon los padres de la víctima y pidieron que todos los procesados sean condenados a perpetua. 

El día que lo mataron, Maximiliano Videla tenía 24 años y una hija de 10 meses. Aquella madrugada fue en su remís a buscar a una pasajera en 29 y 89. La mujer tardó en salir y el conductor del auto discutió con un grupo de jóvenes. Murió al recibir 50 puñaladas. 

Maxi era suboficial del SPB y trabajaba en la Unidad 40 de Lomas de Zamora. En los ratos libres manejaba un remís y era árbitro de fútbol. 

Ernesto Oscar Videla y Graciela Adriana Viola son sus padres. Ayer, refirieron antes los jueces el comentario de vecinos del barrio quienes les aseguraron que los acusados “son una banda que paraba a tomar cerveza en esa esquina y le cobraban peaje a los vecinos” para que puedan circular por la zona.