Definen situación de dos penitenciarios por el robo y tiroteo que terminó con menor muerto

Uno, ya retirado, es el dueño de la pizzería de 32 entre 12 y 13. El otro, en actividad, estaba en el local junto a otro compañero del SPB. Se hicieron nuevos peritajes en la escena.

"Pudo ser terrible. Había gente tomando helado en la vereda, no te puedo decir cuántos tiros fueron, pero basta con mirar los impactos”, dijo ayer un empleado de la heladería “Gustito”, de 13 y 32 (mano a 25), menos de 24 horas después del asalto a la pizzería lindera, que terminó con uno de los dos delincuentes muertos. Y el muchacho no exagera: son más de 20 las marcas de tiza que hicieron los peritos alrededor de donde pegaron los proyectiles y el estado en que quedó -entre otras cosas-, la parada de colectivos de la esquina, con uno de sus vidrios destrozado.

El fiscal Fernando Cartasegna ordenó ayer que peritos planimétricos, balísticos y de rastros hicieran un pormenorizado relevamiento de la escena para definir desde y hasta dónde se efectuaron los disparos y con qué armas, para definir la situación procesal del dueño del comercio asaltado y de otro hombre que estaba en el local y también habría tirado del gatillo, informaron fuentes policiales y judiciales. El primero, al que sólo se lo identificará por sus iniciales -C.F.U, de 48 años- es un prefecto retirado del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB)que quedó provisoriamente demorado hasta que los peritajes, el análisis de las cámaras de seguridad, y el resultado de la autopsia realizada ayer ayuden a determinar si se actuó en legítima defensa, si incurrió en un exceso de la misma o si cometió un asesinato. El segundo, D.A.M, de 46 años, también es prefecto mayor del SPB, pero en actividad (habría sido director de una cárcel de Melchor Romero), y quedó identificado ya que una versión indica que fue el primero en tomar la pistola reglamentaria de C.F.U y realizar varios disparos antes de pasársela a éste, ya en la calle, para que efectúe algunos más, según altas fuentes con acceso a la causa.

Al momento en que se desató la locura, minutos después de las 23 del jueves, en la pizzería también estaban la concubina del dueño, de 40 años, y otro prefecto mayor del SPB (que ocuparía un alto cargo en el Servicio) que, en principio, no tuvo ninguna participación en el caso. 

Como se anticipó en la edición de ayer, todo empezó cuando dos jóvenes llegaron en una moto roja hasta la puerta de la de 32 entre 12 y 13. Uno entró. Y, de acuerdo a lo que relató C.F.U y sus acompañantes, sacó un arma de fuego mientras exigía la entrega de la plata. El comerciante dijo que le dio todo lo que tenía, sin precisar la suma, pero que antes de irse el ladrón le gritó desde la puerta: “Vos sos rati, te vendieron, te voy a matar”. Así se habría iniciado el intercambio de disparos, aunque no queda claro si fue C.F.U quien tomó su Bersa Thunder calibre 9 milímetros provista por el SPB (aunque está retirado la resolución aún no tiene la firma del ministro y por eso aún porta el arma) o si fue D.A.M quien abrió fuego primero. 

Lo que sí queda claro es que la balacera siguió afuera y en 13, 531 y 532 quedó tendido el menor de 17 años. Lo llevaron al hospital San Roque de Gonnet, donde ingresó muerto. Investiga la DDI La Plata.

Habían desvalijado una aseguradora

En la escena del tiroteo se secuestraron tres monitores que habían sido sustraídos un rato antes de las oficinas de la Compañía Nación Seguros, en 14, 37 y 38, bajo una modalidad parecida, informaron fuentes oficiales. El lugar permaneció ayer cerrado, con el vidrio de la puerta roto y tabicado, y el interior completamente revuelto, según se apreció desde la vereda. La Policía secuestró, además, la moto roja marca Dayana (patente 388 GIF, sin pedido de secuestro) en la que los asaltantes arribaron al lugar y una pistola Astra 75 calibre 9 milímetros con la numeración limada. Ambas quedaron al lado de donde cayó el adolescente fallecido. En cuanto al cómplice, que probablemente también resultó herido, hasta anoche no había sido identificado. El arma será peritada para determinar si fue usada en el enfrentamiento, tal como refieren los testigos. El fiscal analiza las filmaciones de las cámaras callejeras y de otro comercio.

Vinculado con varios casos resonantes

El menor fallecido vivía a cuatro cuadras de donde cayó con al menos dos impactos de bala (uno en el pecho y otro en la cintura) y tenía antecedentes penales. Se lo sindicó en el asesinato de Fabián Esquibel, un empleado de la Agencia de Seguridad Vial que fue ultimado en un robo al salir de su casa de 15 bis, 529 y 530, en enero de 2011, pero como entonces era inimputable pasó por algunos centros de tratamiento contra las adicciones y quedó libre. En octubre de 2011 se lo acusó de balear a una médica en una agencia de loterías ubicada justo al lado de donde cayó el jueves. Y se lo investigaba por el brutal asalto en el restaurante El Tonel, que en noviembre pasado terminó con un mozo baleado en la boca. Su padre fue condenado por el crimen del veterinario Edgardo Vallefín, en un robo ocurrido en febrero de 2008 en su local de La Loma y a su hermanito de 14 años lo vincularon con un intento de homicidio registrado en agosto, en La Favela.  

Tres ladrones abatidos por víctimas en 25 días

Entre el 2 y el 27 de diciembre ya se produjeron tres asaltos que terminaron con delincuentes muertos a manos de las víctimas. El primer hecho fue en 44 y 139, donde el dueño de una casa se tiroteó con uno de los tres menores que ingresaron a robar y mató a uno de 16 años. El 7 de diciembre, un hombre de 69 años fue reducido por dos sujetos cuando ingresaba con el auto en su casa de 23 y 73. Forcejeó con uno y le disparó en el estómago. El joven de 30 años fue hallado muerto en 80, 18 y 19. El tercer hecho fue el de la pizzería de 32, que es mucho más complejo de resolver porque habría más de un partícipe y la escena que empezó dentro del local continuó en la calle. 

“Puede haber empezado como una legítima defensa que derivó en un exceso de la misma, lo que constituye un delito”, dijo un investigador.

Para aclarar esto, el informe de la autopsia será clave: dirá cuántos impactos recibió el menor y en qué posición estaba.