Femicidio en Altos de San Lorenzo

Dos versiones, una verdad

Las tres testigos presenciales del femicidio ocurrido en Altos de San Lorenzo brindaron dos declaraciones contradictorias

En medio de un marco de profundo hermetismo, el sujeto acusado de haber asesinado a su expareja dentro de una casa de Altos de San Lorenzo pasó la noche aprehendido y declará este mediodía, informaron ayer fuentes judiciales.

Nicolás Díaz (26) fue capturado anteayer a metros de su domicilio, en 74 entre 28 y 29, dentro de un pasillo en el que se encontró “un revólver calibre 22, sin balas y con el gatillo roto”, según le contó a Trama Urbana un jefe policial. Al momento de ser capturado “rengueaba”, y el motivo es que acababa de recibir un tiro “en el muslo”. Efectivos de la comisaría Octava, al mando de su titular Carlos Prieto, fueron tras él luego de escuchar que tres mujeres lo acusaban de haber matado de un disparo a Paola Tejeda (33), expareja del individuo, en medio de una fuerte discusión ocurrida en la finca de la víctima, en 76, 25 y 26. 

Dos versiones 

La palabra de Díaz, además del trabajo de la fiscalía y de los peritajes levantados en la escena del crimen, serán vitales para la resolución de esta historia. El principal problema es que las tres amigas de Tejeda, que estaban con ella cuando se desencadenó la furia en la tarde del sábado, brindaron dos testimonios diferentes. En un principio adujeron que estaban las cuatro juntas y de repente apareció el hombre. “Dijeron que discutió con Tejeda y le disparó, para darse a la fuga a continuación”. Sin embargo, entrevistadas por los agentes del Gabinete de Homicidios de la DDI, las testigos presenciales del episodio cambiaron la versión y refirieron que Díaz “la comenzó a golpear y en un momento ella logró sacarle el revólver que tenía y le disparó en la pierna, para después dispararse a sí misma con un tiro en el lado izquierdo del abdomen”. En el lugar, expertos de la Policía Científica incautaron un revólver calibre 22, sujeto a pericias. Por su parte, la mujer perdió la vida antes de ser atendida en el policlínico San Martín.     

¿Por qué las mujeres cambiaron la declaración? Aparentemente, porque “tenían miedo”. El mismo temor que sentía Tejeda para no denunciar a su expareja, quien vivía sometiéndola a constantes golpizas pese a ya estar separados.  

El supuesto agresor no tenía denuncias por violencia de género en la comisaría Octava, jurisdicción de la tragedia, aunque sí había estado detenido mucho tiempo. “Entró y salió varias veces de la cárcel, por diferentes motivos. Es un delincuente peligroso, que había sido baleado la semana pasada y que tiene varios enfrentamientos en el barrio”, finalizó un pesquisa. 

Los hijos de ella, las otras víctimas 

Altos de San Lorenzo aún no sale del estupor que generó el violento y sangriento episodio, que culminó con la vida de Paola Tejeda y la detención de su expareja, identificada como Nicolás Díaz, acusada de matarla. 

Según los allegados a la víctima fatal, ya no estaban juntos aunque se veían con frecuencia por dos hechos fundamentales: vivían a unas seis cuadras el uno del otro y, lo más importante, compartían un hijo en común, de 7 años (ella, además tenía otro de 12, de una relación anterior).  Los menores, que residían con su madre, no habrían estado presentes en la escena del crimen, aunque ningún vocero detalló dónde se encontraban. Sí señalaron que Paola se ganaba la vida trabajando para un programa oficial, ayudando a la formación de cooperativas que impulsan mejores en los barrios.  

Él, por su parte, será indagado en las próximas horas por el delito de “homicidio calificado por violencia de género”, que contempla la pena máxima. 

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