Triple crimen

Efedrina: Pérez Corradi estaría en un país limítrofe

Ibar Esteban Pérez Corradi es el hombre más buscado en Argentina. Es que el fiscal del caso del Triple Crimen de General Rodríguez, Juan Bidone, lo acusó de ser el autor intelectual del asesinato de un trío de narco-farmacéuticos, uno de ellos, Sebastián Forza, aportante de la campaña electoral de Cristina Kirchner en el 2007.

Luego de un llamado telefónico anónimo desde una dependencia pública, desde anoche se lo rastrea por países limítrofes, con datos precisos sobre su posible paradero.

Por el impulso que se le dio a la nueva búsqueda de Pérez Corradi, el llamado no fue uno más de los que se suelen recibir de gente que no da su nombre y aporta información sobre este personaje.

Como se recordará, el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, aumentó esta semana el monto de la recompensa que se ofrecía a quienes podrían aportar datos sobre su paradero: pasó de cien mil a dos millones de pesos.

El jueves pasado trascendió la última foto que se conoce de Pérez Corradi. Es una imagen tomada en un país limítrofe hace pocos meses: se trata de la prueba más concreta de que efectivamente los servicios de Inteligencia, Interpol o incluso gente de su entorno –que él cree confiable–, empezó a cercarlo en secreto.

Pérez Corradi se jacta de estar informado sobre lo que escribe y se investiga sobre él. Cambiaría de domicilio cada dos días. Incluso habría pasado en sus meses de prófugo una temporada en la Argentina. Quienes trataron alguna vez con él dicen que vivió un tiempo en el sur del país. Otros, que usó varios meses una casa de un country bonaerense.

La fuga y posterior recaptura de los presos de General Alvear condenados como autores materiales del Triple Crimen, los hermanos Lanatta y Víctor Schillaci, alteró al entorno del fugado más eficiente de esta historia. Pérez Corradi fue socio de Martín Lanatta en una empresa farmacéutica.

Hay pruebas y testimonios de testigos del juicio del Triple Crimen que lo comprometen con el tráfico de la efedrina en la era K: esa sustancia pasaba por Buenos Aires y terminaba en estado de pureza o como parte de drogas de diseño en México. Un entrecruce de llamados de aquella época entre teléfonos de algunos de los protagonistas de esta causa –realizado por orden del fiscal Bidone–, muestra cómo celulares usados por asistentes del ex jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, por ejemplo, llamaron decenas de veces a líneas a nombre de la empresa en la que Pérez Corradi y Lanatta eran socios.